Balneario de moda o destino estival tradicional, Reñaca sin duda es la opción si buscas un escape de la ciudad, que nunca aburra ni decepcione.
Ubicada a 7 kilómetros al norte de Viña del Mar, Reñaca a lo largo de los años se ha convertido en uno de los balnearios más exclusivos y espectaculares de Chile.
Un lugar donde todos encuentran algo por ver y hacer, sin importar la edad. Increíbles hoteles, hostales, cabañas y hasta casas en arriendo serán tus opciones, pero ojo, no te confíes, haz tu reserva con tiempo porque este lugar es el epicentro del verano, no te quedes fuera.
Sus fabulosos 1.3 kilómetros de playas, delineados por una hermosa costanera llena de restaurantes y divertidas tiendas, hacen que un simple paseo se torne todo un panorama. Locales de decoración, moda, joyas y diversas opciones para comer algo rico te irán saliendo al paso mientras recorres el borde costero.
De noche la vida continúa; restaurantes, pubs y discoteques suenan hasta tarde congregando a los miles de jóvenes que habitan el balneario. Reñaca en sí mismo es un panorama, y aunque estés en la playa, si eres joven y estás con amigos, la pasarás increíble.
Las playas más famosas del sector son Concón, Playa Cochoa, Caleta Higuerilla y Playa Amarilla. En ellas no solo podrás tenderte a trabajar en tu bronceado, además podrás hacer diversos deportes y disfrutar con los cientos de teams de verano que las recorren.
Si bien este balneario nace en el año 1905, no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XX que comenzó a hacerse célebre y a adquirir un cierto carácter de exclusividad. Las antiguas casas de veraniego junto al borde costero son demolidas y reemplazadas por espectaculares edificios y hoteles con vista al mar. A poco andar surge el comercio y el ocio urbano, para transformarla en el balneario que hoy conocemos.
El clima en Reñaca es mediterráneo de gran nubosidad, la temperatura media anual es de 14,8 °C. En enero las temperaturas mínimas oscilan entre los 13 °C y 17 °C, mientras que las máximas oscilan entre los 21 °C y 25 °C.
