Su tragedia es llegar a ser una parte estéril e improductiva de la naturaleza. Su grito, es el grito del vacío interior del ser humano abandonado a su suerte, que no sabe quién es, ni dónde o por qué existe. Grito del absurdo de la existencia.
El personaje de Yerma es una de tantas mujeres consumidas en una larga espera ya sea encerradas en conventos, caserones, o en casas de provincias donde –casadas y solteras-, ocultan el último fracaso de sus vidas.
Ligadas a prejuiciios, tradiciones, equívocos, creencias paganas y religiosas, a un falso sentido del honor y a una pesada falta de medios económicos, sociales e intelectuales, se consumen en si mismas obsesionadas por sus carencias y sin fuerzas para encontrar una solución.
Una mujer que vive entre las rejas de una moral y una normativa obsoleta y castradora. Mantiene el sentido del honor como una virtud y como un escudo protector, que en realidad es impedirle una salida práctica a su angustia.
Yerma está ligada a la tierra, y su tragedia es llegar a ser una parte estéril e improductiva de la naturaleza. Su grito es el grito del vacío, del vacio interior del ser humano abandonado a su suerte que no sabe quién es, ni dónde o por qué existe. Grito del absurdo de la existencia.
Ballet Flamenco de Andalucía, bajo la dirección de José Carlos Plaza, y basada en una obra de Federico García Lorca.
Ficha artística y técnica:
Guión, dramaturgia y dirección escénica: José Carlos Plaza
Coreografia: Cristina Hoyos
Música: José Luis Rodríguez
Ayudante de coreografia: El Junco
Espacio escénico e iluminación: Paco Leal
Vestuario: Pedro Moreno
Yerma Susana Casas
Juan El Junco
Víctor José Luis Vidal
María Cristina Gallego
Hermanas Rosa Belmonte y Encarna Gilabert
Cantaora Ana Ramírez
Mujeres del pueblo Mar Montero, Ana Moya, Leonor Leal,
Lucía Guarnido, Sara Vázquez, Ana Mª García
Hombres del pueblo Jesús Ortega, Jacob Guerrero, Abel Harana,
Javier Crespo, Daniel Estrada, Juan Antonio Jiménez
Con la colaboración excepcional de Cristina Hoyos en el papel de vieja pagana.