9.6
Una hermana para tres hermanos
Madrid · Teatro
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Teatro Fígaro, Madrid, (ver mapa)
La sesión final de Freud discurre en Londres el día en que Inglaterra declara la guerra a Hitler. En esa jornada crucial para Occidente, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, con 83 años, recibe a Clive Staples Lewis, de 40 años, prometedor catedrático de la Universidad de Oxford.
El encuentro tiene lugar aquel 3 de Septiembre de 1939, en el despacho que Anna, la hija de Freud, ha decorado a imitación de la consulta de Viena, ciudad que abandonó la familia en 1938 ante la amenaza nazi. Una historia repleta de intriga y originalidad que puedes descubrir en el Teatro Fígaro Adolfo Marsillach.
Anónimo
Interpretaciones muy buenas
no me intereso el tema de la obra
Leticia
¡Lo recomienda!
Tema muy interesante y excelentes ambos actores
Marisol
Bueno, quizás la puesta en escena
No me gustó demasiado el tema. Me pareció ya antiguo y bastante manido, sin darle actualidad.
mar
¡Lo recomienda!
La interpretación de Helio Pedregal
ana mª
¡Lo recomienda!
La interpretación de los dos actores. Son buenísimos
Aire acondicionado muy alto al principio
Anónimo
¡Lo recomienda!
La interpretación de los actores me pareció muy buena.
sergio
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Genial
Rosa
¡Lo recomienda!
La obra me encanto y la interpretación de Helio Pedregal magistral
Anónimo
¡Lo recomienda!
Fue una obra con un diálogo muy ágil e interesante muy bien interpretada
Merche
¡Lo recomienda!
Una obra que hace pensar. Que no está mal hoy en día que pasamos de puntillas por las cuestiones fundamentales de la vida.
El guión me pareció que no ahondaba hasta el fondo en los 2 personajes. Los temas interesantes quedaban cortados por la situación de la escena. Y dado que es una ficción recreada con 2 personajes históricos pero que nunca se encontraron, podrían haber situado a Lewis en un momento más maduro de su vida. Me pareció que frente a la enfermedad de Freud, Lewis sus respuestas eran muy vagas. Pero es precisamente sobre el Dolor y su sentido, es sobre lo que Lewis profundiza en otros libros precisamente a raíz de la experiencia del cáncer de su mujer. Este Lewis está un poco ridiculizado, frente a la imponencia de Freud.