Edipo - 67º Festival de Mérida

Una encuesta realizada en varios institutos ha descubierto que tras la pregunta «¿Qué te gustaría ser de mayor?», la mayoría de los estudiantes ha respondido «Famoso». Muchos quieren ser populares, pero ¿por haber cometido qué logro? ¿Por salvar millones de vidas, descubriendo una medicina, como Fleming; por acortar la duración de la Segunda Guerra Mundial, inventado internet, como Alan Turing; o por conseguir miles de seguidores Instagram en poco tiempo? ¿Cuál es la proeza hoy en día: alcanzar la mayor popularidad posible mediante el menor esfuerzo o llevar a término, y con tenacidad una empresa tras largo tiempo y numerosas dificultades?

Jesús de Nazaret marchó al desierto, durante 40 días, y, a su vuelta, regresó con un mensaje que transformaría el mundo. Buda, en silencio, se sentó debajo de un árbol hasta que recibió una enseñanza con la que iluminó al continente de Asia. Moisés, despues de un gran viaje, subió hasta una montaña, se encontró con Dios en la cima, y, al bajar, fundó una nueva sociedad. Sí, para que alguien sea considerado un héroe ha de crear algo nuevo y venturoso, pero, para hacer una cosa así, antes, ha de sacrificar una parte muy importante de sí mismo. Y es por este sacrificio trágico que lo que debería despertarnos el héroe es lástima; ya que, en contra de su beneficio, decide sacrificar sus propias necesidades por el bien de una comunidad. La verdad siempre por encima del engaño y la mentira, aunque esa verdad te termine perjudicando. Pero, ¿quién es el osado que, hoy en día, se atreve a seguir luchando porque se sepa la verdad, aunque esa verdad le perjudique? ¿Quién es el artevido que, hoy en día, es capaz de sacrificar sus privilegios por el bien de la sociedad? ¿Quién es el valiente que, hoy en día, se atrevería a ser Edipo?