Atenas, cuna de la civilización occidental, irradia historia y grandeza. Esta ciudad griega, anclada en la mitología y la filosofía, despliega su esplendor a través de antiguos tesoros y la modernidad vibrante. La Acrópolis, con el Partenón como joya, domina el horizonte, mientras la Ágora Antigua revela la vida cotidiana de la antigua Grecia. Atenas es un viaje en el tiempo, desde las majestuosas columnas del Templo de Zeus hasta los animados barrios de Plaka y Monastiraki. Con su energía palpable, Atenas invita a los viajeros a explorar el crisol cultural que ha influido en el mundo durante milenios.

Argostoli es la capital de la isla de Cefalonia, al oeste de Grecia y pertenece a las islas Jónicas. Se encuentra en una bahía protegida ubicada en la laguna Koutavos. Vista las catacumbas y el museo arqueológico donde encontraras reliquias micénicas, helénicas y del período romano. Pasea por la plaza principal de Argostoli y las calles peatonales de alrededor, donde encontraras tiendas de joyas de plata y de artesanía local. Aprovecha tu estancia para probar la gastronomía local, entre la que destaca el pastel de carne de cordero o cerdo y los platos realizados con pescado fresco.

Corfú es una hermosa isla griega situada en el mar Jónico, al noroeste de Grecia, que ofrece una mezcla única de historia, cultura y belleza natural. También es conocida como Kerkyra, y es la segunda isla más grande del archipiélago jónico después de Cefalonia.

La ciudad de Corfú, la capital de la isla, es un impresionante centro histórico rodeado por un castillo medieval y fortificaciones venecianas. El casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y cuenta con impresionantes edificios antiguos, estrechas callejuelas, tiendas pintorescas y restaurantes que sirven deliciosa comida griega. El imponente Palacio de Achilleion, construido por la Emperatriz Sissi de Austria, también es un lugar de interés turístico importante.

Corfú tiene algunas de las playas más impresionantes de Grecia, con aguas cristalinas, arenas suaves y una belleza natural única. Playas como Paleokastritsa, Agios Gordios y Glyfada son especialmente populares entre los visitantes. Además, la isla también cuenta con paisajes montañosos, como el Monte Pantokrator, que ofrecen espectaculares vistas panorámicas de la isla y el mar Jónico.

La isla también tiene una rica historia y cultura, con una fuerte influencia veneciana y británica. Las fortificaciones venecianas, incluido el antiguo fuerte Angelokastro, son una prueba del dominio veneciano sobre la isla. Además, la isla también es conocida por sus festivales culturales, incluido el Festival de Corfú de Verano, que celebra la música y la danza tradicional griega.

Los turistas que visitan Corfú también pueden disfrutar de la deliciosa gastronomía griega, que se basa en una mezcla de influencias italianas y turcas. La cocina de la isla cuenta con una gran cantidad de pescados y mariscos frescos, aceitunas, aceite de oliva y productos locales, como el queso feta y el yogur griego.

En resumen, Corfú es una isla única que combina impresionantes paisajes naturales con una rica historia y cultura. Con playas impresionantes, deliciosa gastronomía y una gran cantidad de lugares históricos y culturales para explorar, Corfú es un destino turístico de ensueño para los amantes de la naturaleza y la cultura griega.

Un viaje a Croacia no puede terminar sin visitar la histórica e impactante ciudad de Dubrovnik. Son muchos los argumentos que llevan a denominarla como "la perla del Adriático". Declarada Patrimonio Universal de la Cultura por la UNESCO, el casco antiguo de la ciudad se encuentra rodeado de magníficas fortalezas y murallas. Playas de cantos, montañas, tejados rojos y mármol blanco se entremezclan con el valor arquitectónico de la ciudad para hacer de Dubrovnik un lugar de postal. El casco antiguo de la ciudad conserva en su interior grandes tesoros arquitectónicos y culturales que han sobrevivido intactos, durante siglos, al paso del tiempo. Sus estrechas calles  y las incomparables vistas que ofrece la ciudad desde su paseo marítimo hacen de Dubrovnik un lugar especial. 

Cabe destacar la catedral barroca de la ciudad,  sus iglesias y monasterios, así como los palacios de techos rojos y amarillos que contrastan con el intenso azul del mar. Dubrovnik, además ofrece un gran abanico de servicios para el visitante, además de una de las mayores vidas nocturnas de Croacia.

Qué hacer

Se puede visitar la ciudad de Mostar, con su antiguo bazar, pasando por Pocitelj, con algunas de las más antiguas fortalezas turcas. También es recomendable una visita a las Islas Elaphiti, de gran belleza natural y magnífico clima y a la isla de Korcula, a tan sólo 20 km en ferry de la costa de Dubrovnik y Split. Korkula es una típica villa medieval dálmata, con claras influencias venecianas en su arquitectura. El turismo local, se enorgullece de ser el pueblo natal de Marco Polo, e incluso se puede visitar la casa donde vivió. Produce un excelente vino blanco, y ofrece a los visitantes, tranquilas playas rodeadas de viñedos.

Ubicada en el centro de Croacia, a orillas del Mar Adriático, Zadar es una de las ciudades más hermosas de Croacia, con el permiso de Dubrovnik, Pula, Rovinij o Split. Sus tejados rojizos, su casco antiguo con calles adoquinadas y el agua cristalina del Adriático, hacen de Zadar uno de los mejores ejemplos de población de la costa Dálmata. Rodeada por una extensa muralla medieval, los inicios de Zadar se remontan a la época romana. En el casco antiguo se asienta la iglesia de San Donato. Construida en el siglo IX, es una de las insignias de la ciudad. En las entrañas del casco antiguo de la ciudad también se encuentran importantes vestigios de la época romana, así como el Foro Romano, construido entre el siglo I a.C y el siglo III d.C. Muy cerca también se encuentra la Catedral de Santa Anastasia, construida en el siglo XIII, otro símbolo de la ciudad. Tampoco te debes perder el extenso paseo marítimo de Zadar. Allí encontrarás las construcciones más creativas de la ciudad, como el Órgano de Mar y el Saludo al Sol. El Órgano de Mar fue inaugurado en 2005, y se trata de una construcción delante del mar que cuenta en su interior con incontables tubos que reproducen el sonido realizado por las olas. A escasos metros se encuentra el Saludo al Sol, otra curiosa e impactante construcción de Zadar. Se trata de un gigantesco círculo de 22 metros de diámetro realizado con placas de vidrio que se iluminan por la noche y representa el Sistema Solar.

Trieste, capital de la provincia homónima, se encuentra en el norte de Italia, junto a la frontera con Eslovenia, a orillas del mar Adriático. Esta interesante ciudad ha pasado por manos de diferentes imperios y ha conocido diversas culturas a lo largo de los siglos. Fue una antigua ciudad iliria y luego colonia romana, momento en el que vivió un gran florecimiento. Más tarde cayó en manos de bizantinos y francos, posteriormente fue sometida por los venecianos y también formó parte de Austria antes de anexarse a Italia en 1918. La historia de esta ciudad se puede apreciar en sus monumentos, como el Teatro Romano, erigido entre los siglos I y II, la Catedral de San Justo, principal monumento de la ciudad, la catedral, que data del siglo XIV o el Castillo de Miramare, construido durante la segunda mitad del siglo XIX.

Rijeka es una ciudad costera situada en la bahía de Kvarner, en la región de Istria, en Croacia. Es la tercera ciudad más grande del país y un importante centro cultural, económico y turístico. Rijeka cuenta con una rica historia, un patrimonio cultural diverso, una animada vida nocturna y una ubicación estratégica en la costa adriática, lo que la convierte en un destino turístico interesante para los visitantes.

Uno de los principales atractivos de Rijeka es su arquitectura histórica. La ciudad cuenta con una mezcla única de estilos arquitectónicos, que van desde el gótico y el renacentista hasta el barroco y el art nouveau. Entre los edificios más emblemáticos se encuentran el Palacio del Gobierno, el Teatro Nacional Croata, la Catedral de San Vito y el Palacio Modelo, entre otros. Los visitantes pueden disfrutar de paseos por el casco antiguo de la ciudad para admirar su patrimonio arquitectónico y descubrir la historia y la cultura de Rijeka.

Rijeka también es conocida por su vibrante escena cultural. La ciudad alberga numerosos eventos culturales y festivales a lo largo del año, como el Carnaval de Rijeka, uno de los carnavales más grandes de Europa. Otros eventos populares incluyen el Festival de Verano de Rijeka, el Festival Internacional de Cine de Rijeka y el Festival de la Moda y la Belleza de Rijeka. Los visitantes pueden disfrutar de la música, el cine, el arte y la cultura croata en los diversos eventos que se celebran en la ciudad.

La ciudad también ofrece opciones para relajarse y disfrutar del mar. Rijeka cuenta con varias playas y áreas de baño, como las playas de Kantrida y Plo?e, donde los visitantes pueden disfrutar del sol y el mar adriático. También hay oportunidades para practicar deportes acuáticos como el buceo, el snorkel y el windsurf.

Además, Rijeka es un punto de partida para explorar otras atracciones cercanas, como las islas de Krk, Cres y Rab, que se encuentran a poca distancia en barco. Estas islas ofrecen playas pintorescas, aguas cristalinas y una rica cultura local que vale la pena descubrir.

Rijeka también es famosa por su vida nocturna, con una amplia variedad de bares, clubes y restaurantes para disfrutar. Los visitantes pueden disfrutar de la gastronomía croata, que incluye deliciosos platos de mariscos, carnes y otros manjares locales. La ciudad también ofrece una amplia selección de restaurantes internacionales para aquellos que buscan opciones culinarias más variadas.

Rijeka es una ciudad costera croata con un rico patrimonio cultural, una animada vida nocturna, hermosas playas y una ubicación estratégica en la costa adriática. Los visitantes pueden disfrutar de su arquitectura histórica, su escena cultural, sus playas y sus opciones gastronómicas, así como utilizarla como punto de partida para explorar otras atracciones cercanas. Rijeka es un destino turístico interesante para aquellos que buscan una combinación única de historia.

Split es una ciudad situada al sur de Croacia, puerto marítimo de la costa dálmata, en el mar Adriático, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979. Fundada antes del siglo IV y primeramente habitada por el emperador Diocleciano, quien decidió construir su palacio en Split para pasar allí su vejez.

Qué ver:
Grgur Ninski (Gregorio de Nin): obra del famoso escultor Ivan Metrovi situada frente a las Puertas de Oro en el acceso norte al Palacio de Diocleciano. Cuenta la leyenda que te traerá suerte si tocas el dedo pulgar del pie.
Palacio de Diocleciano: las murallas, las tres puertas (de oro, de plata y de hierro), el mausoleo, y la plaza central Peristil es lo más destacado, sin olvidarnos del Templo de Júpiter ni del Vestíbulo, la plaza al sur de Peristil.
Montaña de Marjan: 168 hectáreas cubiertas con pinares con un mirador y un pequeño jardín zoológico.
Entre otros atractivos turísticos se encuentran las playas Bavice y Firule, ubicadas muy cerca del centro de la ciudad.

Gastronomía: destaca el pescado, el jamón serrano y queso, y el típico postre dálmata, las crujientes krotule. Los licores de uva o hierbas típicos de Dalmacia también merecen especial mención, como el vino dulce típico llamado "proek". Los platos más típicos de la zona son el brodetto servido con polenta, el pescado a la plancha, o el pulpo asado.

Kotor es una ciudad histórica situada en Montenegro, en la costa del mar Adriático, que se encuentra rodeada de imponentes montañas. La ciudad amurallada de Kotor es un lugar único e impresionante que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su rica historia se remonta a la época medieval y se puede ver en sus edificios históricos, iglesias, fortalezas y museos.

La ciudad de Kotor se encuentra en una bahía natural, y está rodeada por altas montañas que la protegen del viento y las tormentas. Los turistas pueden disfrutar de sus callejuelas estrechas y empedradas, sus casas antiguas, sus iglesias y sus plazas llenas de vida. Los monumentos más importantes de Kotor son la Catedral de San Trifón, la Iglesia de San Lucas, la Puerta del Mar y la Puerta de San Juan, que datan del siglo XIV.

El centro histórico de Kotor es el lugar perfecto para pasear y disfrutar de la arquitectura y la cultura local. Los turistas pueden visitar el Museo Marítimo de Kotor, que alberga una impresionante colección de barcos y artefactos marítimos. También pueden subir a la fortaleza de San Juan, situada en lo alto de la montaña, para disfrutar de unas vistas panorámicas espectaculares de la bahía y la ciudad.

Kotor es también famoso por su ambiente nocturno, con numerosos bares, restaurantes y cafeterías que se pueden encontrar en sus calles empedradas. Los turistas pueden disfrutar de una deliciosa comida montenegrina en uno de los muchos restaurantes de la ciudad, y degustar algunos de los vinos y licores locales.

La bahía de Kotor también es conocida por sus hermosas playas y aguas cristalinas, perfectas para practicar deportes acuáticos como el buceo, la natación y el kayak. Los turistas pueden alquilar un barco y explorar la bahía de Kotor, visitando las pequeñas islas y pueblos que se encuentran en la zona.

En resumen, Kotor es una ciudad impresionante y única que atrae a turistas de todo el mundo. Con su rica historia, su impresionante arquitectura, su ambiente nocturno y sus hermosas playas, Kotor es el destino ideal para aquellos que buscan una experiencia cultural y de aventura en la costa del Adriático.

La antigua capital griega, Nafplion, se sitúa en el Golfo de Argólida, rodeada por dos montañas coronadas por fortalezas medievales. Su nombre proviene de Nauplio, Hijo de Poseidón. Tiene 20.000 habitantes y posee un importante puerto. La ciudad, ha estado bajo el mandato de italianos y otomanos, y esa mezcla de culturas se puede percibir en sus calles. En el centro histórico se pueden encontrar gran cantidad de tiendas, tabernas, terrazas y casas neoclásicas con balcones de madera. Desde cualquiera de sus terrazas que dan al mar, podrás ver la isla-fortaleza de Bourtzi, un castillo del siglo XV que parece flotar sobre las aguas. Visita el museo arqueológico de la Plaza Sindagma, la antigua estación de ferrocarril, el Ministerio de la Guerra o el «Bouleftikó», primer parlamento griego.