Quim ya ha regresado de Caldes de Montbui

Ana Paula

Os habíamos comentado que esta semana llegarían los primeros usuarios que viajaron a través de El Trato. Antes de que se fueran de viaje, les enviamos un email animándoles a que preparasen material gráfico (fotos y video), y que se animaran a escribirnos contando como ha sido la experiencia.

El primer usuario es Quim Morales, un chico muy simpático que ha producido un video bastante bueno. Explica con riqueza de detalles todo lo que pudo disfrutar en un fin de semana en el balneario Termes Victòria:

“Me llamo Quim y he sido uno de los primeros afortunados en poder cerrar uno de los tratos de la nueva promoción de Atrapalo, y me gustaría contar un poco como fue. En concreto, fuimos a pasar un fin de semana de relax en pareja al balneario Termes Victòria, en Caldes de Montbui. Cerrar el trato fue muy sencillo, aunque por los comentarios que he leído, creo que tuve mucha suerte, pues a todo el mundo le está costando bastante. Es cuestión de paciencia, no perder los nervios, y un poco de suerte. Enseguida recibimos un e-mail de confirmación, y unas pocas horas más tardes el bono para presentar en el hotel, con todos los detalles y lo que incluía el pack de fin de semana bien detallado. Además, lo comprobé varias veces y, tal como habían prometido, no me habían cargado nada en la tarjeta de crédito. Creo que es lógico que la pidan, para evitar que la gente se apunte a algún viaje y luego pasen de ir, quitándole la plaza a otro.

Cuando llegamos al hotel-balneario, en recepción nos atendieron maravillosamente. Sólo dando nuestro nombre ya tenían todos nuestros datos a punto, y nos comentaron que era la primera vez que hacían este tipo de promociones con Atrapalo y que les parecía una muy buena idea. El fin de semana en sí fue genial: el balneario es muy acogedor, y aunque supuestamente es de 3 estrellas, me sé de unos cuantos hoteles de 4 que ya les gustaría tener la misma calidad… Todas las instalaciones están muy cuidadas, y aunque están decoradas en estilo algo antiguo (hay que recordar que es un balneario del siglo XVII), cuenta con detalles modernos como Wi-Fi gratuito en las habitaciones, tarjetas magnéticas, ascensores incluso para bajar al jardín, etc. Además, nos sorprendió lo escrupulosamente limpio que estaba todo. También nos sorprendió encontrar otras parejas jóvenes alojadas o que sólo venían a hacer tratamientos termales. Creíamos que el balneario estaría lleno de gente mayor, y aunque había unas cuantas abuelas (¡menuda marcha que tenían algunas, y qué simpáticas!), también había parejas jóvenes y de mediana edad, incluso grupos de amigos que iban a hacer circuitos termales.

Aunque en nuestro pack venía incluída la cena del sábado, nos ofrecieron cambiarla por la barbacoa que hacen todos los viernes de verano en el jardín, pagando un suplemento de 5€ que es el mismo que paga cualquier otro huésped (si no, teníamos la posibilidad de mantener la cena del sábado sin pagar nada, claro). ¡Os recomendamos a todos hacer el cambio! Las mesas puestas en el jardín (teníamos una mesa para dos reservada a nuestro nombre en un rincón muy romántico), las velas… todo muy bien preparado y de un nivel de lujo que nos sorprendió. Toda la cena era buffet libre, con una selección de primeros platos impresionante, carnes a la barbacoa hechas por los cocineros al momento, y otro buffet de postres completísimo rematado por una gran fuente de chocolate en la que podías mojar brochetas de fruta. Una gozada, vamos. Además, los camareros son de lo mejor que he visto en mucho tiempo: rápidos, atentos, muy profesionales y, sobretodo, en número más que suficiente para atender a todo el mundo.

El resto del hotel tampoco desmerece para nada: hay una piscina al aire libre con tumbonas que es genial para tomar el sol y refrescarse, salones de lectura (¡hasta hay un piano de cola a disposición de quien quiera!), jardines para pasear, etc. Y, por supuesto, la galería de baños termales. Nuestro pack incluía un par de circuitos de piscinas termales, una sauna, una ducha de chorro y una ducha circular, que las repartimos a nuestro gusto a lo largo de todo el fin de semana. Se nota que los tratamientos los hacen profesionales, y te dejan como nuevo. Además, el hotel te presta un albornoz y una toalla de playa durante todo el fin de semana, muy útil no sólo para los baños termales sinó también para la piscina exterior.

Como extra, sin saberlo resulta que este fin de semana se celebraba el Escaldàrium, una fiesta de agua y fuego en la Plaça del Lleó, justo al lado del hotel, y fue realmente divertida.

Cuando nos fuimos del hotel (nos permitieron hacer un late check-out el domingo a las 18h, sin ningún coste), comprobamos que en la factura no nos habían cobrado nada. Tan sólo los suplementos de la barbacoa (que, ya digo, cogimos porque quisimos) y un par de cafés que nos tomamos en el bar. Al día siguiente de haber vuelto, Atrapalo nos mandó un e-mail pidiéndonos que cumpliésemos nuestra parte del trato. La cosa fue tan simple como pinchar en el enlace del e-mail, introducir la cantidad que nosotros quisimos (tienes el precio real como referencia, pero no hay ningún mínimo ni nada) y, opcionalmente, dar los motivos de tu decisión. Luego nos pidieron confirmar los datos de la tarjeta de crédito, y listos. Tan simple como eso. Y comprobando el extracto bancario, es totalmente cierto: tan sólo se ha cargado el importe que nosotros hemos querido pagar (el que hemos considerado justo por lo que hemos disfrutado).

Así que os animamos a todos a que lo probéis, realmente vale la pena. Os podemos asegurar que no hay gato encerrado ni letra pequeña ni nada (yo al principio también desconfié y me leí las condiciones como doce veces a ver si veía “la trampa”) y que sólo hemos pagado lo que nosotros hemos querido. Hay que tener un poco de paciencia, porque hay destinos muy solicitados y que se agotan nada más estar disponibles, pero con un poco de suerte se puede conseguir. Y si conseguís ir a Caldes de Montbui, seguro que os lo pasáis en grande!!”

Quim Morales