La guerra de las opiniones falsas

marek fodor

MegafonoHace poco nos preguntaba una periodista de El País ¿Cómo hacéis para garantizar que las opiniones de los usuarios son verdaderas? Buena pregunta. Es un tema que seguramente también se cuestionan muchos usuarios de la web, al ver que en Atrápalo tenemos más de 208.635 opiniones en total.

Lo cierto es que no tenemos un detector de la verdad, ni existe una ciencia infalible para garantizarlo. Hay filtros, por supuesto, pero no podemos asegurar que ningún hotelero, dueño de un restaurante, etcétera, no haga una reserva en Atrápalo y luego pueda introducir una opinión sobre el servicio como si fuera un usuario.

Opiniones por producto
Espectáculos: 36.890 opiniones Restaurantes: 15.124 opiniones
Actividades: 4.787 opiniones Hoteles: 111.834 opiniones

¿Merece la pena el gasto de tiempo e incluso de dinero para conseguir una opinión positiva? Seguramente no. Y lo que es más importante ¿qué representa una opinión entre 50 para un hotel? por poner un ejemplo. Este tipo de estrategias no tienen salida a largo plazo y tendrán que competir con un número mucho más alto de opiniones de usuarios reales, que serán los que lleven el peso de la valoración real que se hace de ese producto.

En otras palabras, los usuarios son inteligentes y saben distinguir el grano de la paja. A menudo, es mucho más creíble en su conjunto la valoración de un espectáculo, por ejemplo, que incluye opiniones negativas o no tan positivas, porque para algo existe la subjetividad y las expectativas que cada persona se crea a priori.

Desde hace un tiempo y en algunos productos, se publican dos tipos de opiniones en Atrápalo:

– Las de usuarios que han probado el producto con Atrápalo
– Las ‘libres’, que pueden introducir los internautas registrados en Atrápalo, sin haber comprado en la web, pero que pueden haber ido a cenar a un restaurante o a ver un espectáculo por otra vía.

Detector de calidad

Pero estas opiniones no sólo tienen el valor que le otorgan los internautas como presciptoras o consejeras, también son muy útiles para valorar el servicio que dan los proveedores con los que trabajamos. Se han dado bastantes casos en los que por acumulación de malas opiniones, los responsables de cada producto han decidido retirar una oferta de la web.

¡Quítame esa opinión!

Ahora pongámonos en la piel de los proveedores. A nadie le gustan las críticas hacia lo suyo, y es frecuente recibir llamadas que piden que retiremos una opinión negativa sobre su negocio. ¿Qué hacemos en estas situaciones?

Las opiniones se moderan antes de publicarlas y el filtro más objetivo para no publicar una opinión es descartar aquellas que incluyen insultos o valoraciones hirientes y subjetivas que no aportan nada. Pero si se trata de una opinión negativa que justifica su descontento con el servicio, la respuesta es ‘No, no podemos quitarla’.

Sobre las conversaciones que siguen habría que alargarse demasiado y quizá sea materia para otro post.