¡Carguen! ¡Apunten!… ¡Pinten!
1, 2, 3… ¡fuego! 2 a la derecha, 2 en el centro y 2 a la izquierda, escondidos detrás de un obstáculo de madera o de un árbol en un bosque; corriendo hacia adelante, cruzando un río… Empiezas a disparar bolas pero… ¡cuidado!, ten los ojos bien abiertos y unos reflejos felinos porque si te distraes te manchan y ¡estás perdido!
Cada día en mi trabajo me encuentro con el reto de describir en pocas palabras la adrenalina que se puede sentir en una excursión en kayak, pasando un día colgado de los árboles, jugando una partida de combat laser o de paintball… y muchas más actividades de aventura.
Y cada vez más me doy cuenta de lo difícil que es transmitir una emoción que sea al 100% auténtica sin que tú mismo la hayas probado.
Fue así que un día, cuando mis amigos me propusieron de ir a hacer paintball, que no me lo pensé dos veces.
El paintball, un deporte que excita, emociona y divierte, es una guerra de pintura y obstáculos en la que se mezclan adrenalina, estrategia y táctica.
Cuando llegamos al centro donde se realiza la actividad empezamos a oir desde lejos el sonido de las pistolas de aire comprimido disparando las bolas de pintura, y la verdad es que la sensación era la de estar en un campo de batalla.
¡Qué emoción! Nuestro monitor nos entregó a cada uno un mono protector, una máscara y nuestra “arma”. Y, listos para la guerra, nos llevó al primero de los 4 campos de juego.
Nos repartimos en 2 equipos enemigos y a medida que nos explicaban las normas del juego la adrenalina iba subiendo. ¿Objetivo? Avanzar, capturar la bandera para llevarla hacia la base enemiga, y de paso, eliminar rivales.
Si te gusta la aventura y te apetece compartirla con tus amigos, pruébalo. Paintball es un deporte seguro, ideal para descargar tensiones y pasarlo en grande.
¡Te lo recomiendo! :)
