Las 5 claves del accidente del crucero en Italia

Angelo Sardi

La madrugada del pasado sábado un crucero con más de 4.000 personas a bordo encalló cerca de la isla italiana de Giglio (Toscana). Al menos seis personas murieron, decenas más resultaron heridas y todavía hay desaparecidos.

El lamentable accidente ha dejado al aire muchas dudas respecto a las circunstancias, las causas y las reacciones. Aquí hemos definido 5 claves que creemos que pueden dar un poco de luz:

1. “The captain word is law” (“La palabra del capitán es ley”). Esta frase resume el poder que tiene un comandante en su buque. Sus decisiones no se pueden contradecir. Sólo él pudo autorizar el cambio de la ruta y sólo a él se le puede hacer responsable. Ningún oficial por debajo de él se habría atrevido a poner en duda sus decisiones.

2. El cambio de ruta queda reflejado claramente por las grabaciones del sistema AIS. Este sistema es obligatorio desde hace ya unos años en buques de determinada dimensión y funciona como el transpondedor de un avión, indicando la velocidad, curso, etc. del buque. Con una radio con VHF marina y un software es posible visualizar en un mapa todos los buques que navegan en una zona. Aquí se puede visualizar la información que ofrece el sistema.

3. La ruta seguida por el capitán era una locura. Pasó por un estrecho canal entre dos escollos cuya profundidad máxima era de 11,5 metros, cuando el calado del Costa Concordia es de 8 metros. A escasos metros de ese canal, sólo apto para pequeñas embarcaciones de recreo o pesqueros,  la profundidad era de menos de 3 metros.

4. El buque rozó por ambos costados los bajíos a velocidad de crucero, seguramente unos 16-18 nudos, abriéndose una brecha de 70 metros. La entrada de agua tuvo que ser muy importante en poco tiempo dejando sin maniobrabilidad y condenado al buque. Lo más seguro es que los desaparecidos sean personal de máquinas que no tuvieron tiempo de salir al cerrarse los mamparos estancos de esa zona.

5. En una situación de escora importante y de tensión, la tripulación del buque logró poner a salvo al 99% de los pasajeros, por lo que habría que ser cautos a la hora de cuestionar el comportamiento de los protocolos de seguridad internacional y la forma de actuar del personal. Desafortunadamente no fue posible salvar todas las vidas.

A pesar de los escasos accidentes que se producen en el sector de los cruceros, la mayor parte de las veces los mismos se derivan de errores humanos. La normativa marítima existe para ser cumplida y en este caso, si el comandante hubiera respetado la ruta fijada, no habría habido ningún problema.

A partir de ahora se hace necesario, por parte de las autoridades, ser más estrictos en el control del cumplimiento de las normas y en obligar a las navieras a revisar sus protocolos internos de seguridad y de formación de su personal.

Angelo Sardi es Global Product Manager de Cruceros de Atrápalo. Con más de 15 años de experiencia en el sector, ha trabajado como agente general de Carnival Cruise Line, Royal Olympic Cruises y Louis Cruises. Es fundador de Solocruceros.com.