
Opinión verificada
Marruecos es un destino muy interesante, pero este circuito falla en organización y aprovechamiento del tiempo
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7.5
Destino
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7.5
Alojamiento
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2.5
Servicios prestados
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7.5
Atención recibida
El circuito tiene varias deficiencias importantes, ya que intenta abarcar más de lo que puede; al pretender visitar tantos lugares y tan distantes entre sí, hay demasiados kilómetros y la mayoría del circuito termina realizándose en autobús. Por ello, algunas de las ciudades se ven de forma superficial y da la sensación de no haber visto casi nada (por ejemplo, Rabat y Casablanca). Aun así, podría llevarse a cabo de una manera mucho más eficiente para aprovechar mejor el tiempo si se ajustaran las salidas y los horarios, como se expone en nuestra experiencia detallada por días (véanse apartados siguientes):
positivo: Alojamiento: - Marrakech: HOTEL PALM PLAZA (3 noches). El mejor de los hoteles del circuito con mucha diferencia. Buen restaurante, con variedad y cantidades, especialmente muy bueno y completo el desayuno, con servicio de tortillas y panes hechos al momento. Además, fue el único de los hoteles en que no nos cobraron la bebida en la cena (en los otros dos sí), pese a no estar incluida. También hay varios salones (té, bar), así como piscina y spa. Son muy atentos en recepción y, además, disponen de servicio de cambio de moneda (a un tipo muy bueno). Las dos primeras noches que nos alojamos (al inicio del circuito) tuvimos una muy buena habitación. En la última (al final) nos hospedamos en una suite, una habitación impresionante. Respecto de este hotel nos gustaría además remarcar que el último día teníamos incluido el desayuno, pero, como nuestro vuelo era a las 7:35, nos teníamos que marchar del hotel antes de que abriera el restaurante. Por ello, preguntamos en recepción si podían darnos algo para llevar y nos dijeron muy amablemente que podíamos llamar sin problema al servicio de habitaciones para indicar qué y a qué hora queríamos que nos sirvieran, en la misma habitación. Finalmente nos trajeron a las 3:45 de la mañana, la hora acordada, aquello que habíamos solicitado, y en cantidades más que abundantes: café con leche, zumo, yogur, pan, dulces, mantequilla, mermelada, miel, queso, fiambre... Servicio inmejorable. - Fez: HOTEL ZALAGH PARC PALACE (2 noches). El de Fez fue el peor de los hoteles del circuito. Las habitaciones, aunque no estaban mal del todo, eran bastante más viejas y se notaba sobre todo en las puertas. El restaurante era muy mejorable, con una oferta sensiblemente escasa y con ciertas tardanzas para la reposición. El desayuno era bastante mejor y más completo, con servicio de tortillas hechas al momento. La conexión wifi era realmente mala. Por otra parte, el hotel disponía también de diversos salones. - Dunas Erg Chebbi (1 noche). Jaima con una cama grande (dura pero cómoda), sistema de calefacción, baño y ducha, luz, enchufes y wifi (muy lento, pero al menos había). Poco más se puede pedir en medio del desierto. - Ouarzazate: HOTEL KARAM PALACE (1 noche). En el hotel de Ouarzazate solo estuvimos una noche, pero estaba muy bien también. La habitación era amplia y ordenada. Tenía una ventana corredera que podía dar a un patio común o al pasillo de acceso a las habitaciones. El restaurante estaba bastante bien, con cierta variedad y cantidades. El desayuno era todavía mejor que la cena, muy completo, con servicio de tortillas y panes hechos al momento. Este hotel también contaba con diversos salones de estancia. Véase apartado siguiente para la descripción del circuito por días (también los aspectos positivos).
negativo: 1. Domingo. Llegada a Marrakech: después de recogernos en el aeropuerto de Marrakech puntualmente, llegamos al hotel; el mismo que nos había traído nos indicó que esperáramos hasta que llegara el guía del circuito (que empezaba el lunes) para darnos las instrucciones. Estuvimos una hora y media esperando (perdiendo el tiempo) en la recepción simplemente para decirnos que el día siguiente quedábamos a las 8 para empezar el circuito. Podríamos haber recibido algún aviso o haberlo sabido a través del mismo conductor. 2. Lunes. Visita de la ciudad de Marrakech: comenzamos la ruta en los "grandiosos" Jardines de la Menara, lo que se tradujo sencillamente en la vista de un estanque o presa de agua rodeado de olivos y una breve explicación. Continuamos hacia el Palacio de la Bahía, un monumento palaciego bastante grande en el que sí nos detuvimos durante un buen rato a lo largo de sus patios y sus numerosas estancias (visita recomendable). Más tarde, proseguimos por el centro o medina de la ciudad y, sin pararnos para poder realizar compras o simplemente mirar los puestos de las calles del zoco con algo de detenimiento, llegamos a una especie de herboristería o farmacia, en la que estuvimos una hora y media. La visita y la explicación detallada como tal estuvieron bien, pero el tiempo que empleamos fue excesivo en la relación lugares visitables (tanto en el circuito en general como en Marrakech en particular) - tiempo disponible. Después, estuvimos en la famosa y concurrida plaza Jma-El-Fna, pero simplemente como paso hacia el siguiente punto de la ruta prevista. El guía nos dijo que iba a enseñarnos un lugar para comer, y que podíamos elegir entre ir allí o buscar otro por nuestra cuenta, pero lo que ocurrió realmente no fue que nos lo enseñara, sino que nos llevó directamente a la mesa en el interior del restaurante, con difícil posibilidad de elección. Comimos, en dos grupos, una ensalada (muy grande), tajín de cordero (con un sabor extremadamente fuerte e intenso) con ciruelas pasas y un postre hojaldrado con crema y fruta. Todo para compartir. Comimos bastante bien, y abundante, aunque, por un precio de quince euros por persona más bebida (precio de turista), fue bastante caro en comparación con los precios que pueden encontrarse por lo general en Marruecos si se va por libre, incluso en plena plaza Jma-El-Fna*. Después de comer, visitamos desde la lejanía la mezquita Koutoubia (solo pueden entrar musulmanes) e hicimos algunas fotos durante apenas cinco minutos (¿una hora y media en una herboristería y cinco minutos en la mezquita Koutubia?). Una vez vista, el guía daba por concluida la ruta del lunes, es decir, a las 15 de la tarde ya había acabado el recorrido (básicamente, la tarde del lunes se daba por perdida sobre el papel). Ante esta circunstancia, decidimos preguntar si podíamos quedarnos más tiempo por libre, puesto que habíamos podido ver los zocos y la medina a duras penas y sin pararnos, y sentíamos que irnos para estar en el hotel a las 15:30 era perder la mitad del día en Marrakech. Acordamos que nos recogerían sobre las 17:30. 3. Martes. Marrakech - Casablanca - Meknes - Fez: quedamos muy pronto (7:30) en el hotel con el guía (desayunados y con maletas) para la salida hacia Casablanca, y estuvimos tres horas hasta llegar en autobús (sobre las 11). Visitamos POR FUERA la mezquita de Hassan II (de esta mezquita sí se puede realizar una visita interior) y estuvimos literalmente cinco minutos para hacer fotos. No pudimos estar más tiempo y tampoco hacer la visita interior de la mezquita porque, supuestamente, por programa no daba tiempo, cuando la tarde del lunes ya no había sobre el papel nada más que hacer después de las 15. Realmente, si hubiera estado bien organizado podríamos haber salido hacia Casablanca la tarde anterior (por ejemplo, 17 o 17:30, cuando nos recogieron después del tiempo libre), llegado a cenar, hecho una noche y empezado el día allí directamente sin desperdiciar esas tres horas de viaje de la mañana y aprovechando el tiempo para ver mejor la ciudad y, sobre todo, la mezquita por dentro y con más detenimiento. Después de ello, realizamos una visita a la Plaza Mohammed V (plaza de las palomas) y el Palacio de Justicia. De nuevo, cinco minutos para visita panorámica y fotos. Vimos desde el autobús la Corniche o paseo marítimo. Con respecto a la comida, cuando salimos de Casablanca en dirección Rabat, el guía nos indicó que íbamos a parar en un área de servicio porque no había buenos restaurantes de comida marroquí en el camino y dijo que fuéramos al Mc Donald's, que en Marruecos estaba bien, con cuarenta y cinco minutos para comer para que fuéramos bien de tiempo (de nuevo, ¿por qué tanta prisa con todo el tiempo que se había perdido el lunes por la tarde?). Nosotros le dijimos que al Mc Donald's no queríamos ir, por lo que fuimos a otro restaurante de la misma área, aunque con demasiada prisa y sin poder disfrutar la comida ni descansar. A la llegada a Rabat, visitamos desde el autobús (más no se podía) el exterior del Palacio Real y también la Torre Hassan. Además, fuimos a ver el interior del mausoleo del rey Mohammed V, pero no pudimos acceder, ya que sorprendentemente estaba cerrado por la supuesta visita de su hijo, el rey actual, Mohammed VI (no sab Finalmente, entramos a las ruinas de la ciudad blanca de las Oudaya, bastante interesante, aunque el tiempo no acompañara. Allí pudimos detenernos en un bonito mirador de la playa y el oceáno Atlántico. En Meknez, con arreglo al itinerario previsto, teníamos que visitar el Mausoleo Moulay Ismaïl, pero según el guía cerraba a partir de las 16 y no daba tiempo a visitarlo (¿para qué sigue apareciendo entonces en el circuito?). Después, pasamos y bajamos para ver y hacer fotos en las puertas monumentales de Bab Khemis y Bab el Mansour. Finalmente, llegamos al hotel de Fez para la cena. Tanto correr durante todo el día, con paradas efímeras, sin ver el interior de la mezquita Hassan II en Casablanca y sin apenas tiempo para comer para llegar al hotel en Fez a las 19 de la tarde. 4. Miércoles. Visita de la ciudad de Fez: pasamos por la parte moderna de la ciudad y el barrio judío con el autobús, y nos detuvimos para admirar una de las puertas de la muralla de la ciudad. Después subimos hacia una fortaleza con el autobús para realizar una bonita vista panorámica de la ciudad. Pasamos por un establecimiento de alfarería donde nos enseñaron el modo y largo proceso de realización de los productos artesanales de cerámica. Más tarde, comenzamos a recorrer las callejuelas de la medina y el zoco y visitamos una joyería típica, una fábrica textil (telas, sábanas, pañuelos, etc.) y el lugar donde se trabajan las pieles (curtidores) para fabricar chaquetas, bolsos, cinturones, zapatos, etc. En este último centro estuvimos más tiempo del necesario y, por ello, se nos hizo algo tarde para comer. Los primeros (ensaladas) fueron considerablemente escasos, la pastela de pollo estaba muy buena y era contundente, y nos sirvieron también postre (fruta y algunas pastas de coco) y tés. Aun así, fue bastante caro (quince euros más bebida por persona) para ser Marruecos, ya que en cualquier restaurante común por libre habría costado la mitad*. Terminamos de comer sobre las 4 y media pasadas y fuimos directos al hotel, sin hacer nada más, es decir, otras dos o tres horas perdidas de tarde, cuando podríamos o bien haber pasado más rato en el zoco, deteniéndonos en los puestos a ver, o bien haber emprendido camino para los siguientes destinos, para aprovechar ese tiempo muerto de la tarde (lo mismo que ocurrió el lunes). Cabe recalcar, además, respecto de la zona de la medina de Fez, en primer lugar, la sensación constante de inseguridad, pues se nos advirtió de ir con cuidado ante la posibilidad de robo de bolsos, carteras o móviles; de hecho, teníamos a otra persona más para controlar a los miembros del grupo. Además, en segundo lugar, pudimos reparar en la ínfima higiene o salubridad en muchos de los establecimientos para compra de carne o pescado, con un hedor pestilente frecuente. 5. Jueves. Fez - Midelt - Erfoud - Merzouga - dunas desierto Erg Chebi: quedamos para salir a las 7:30. Con el autobús, paramos en Ifrane, una bonita ciudad construida al estilo centroeuropeo, durante veinte minutos. Continuamos el viaje y vimos las ciudades de Midelt y Er Rachidia directamente desde el autobús. Hicimos alguna parada más para ir al baño y a eso de las 15 llegamos al restaurante para comer (es decir, casi siete horas de viaje en autobús para ver como tal veinte minutos por libre en Ifrane, si bien también es cierto que en el trayecto, durante algunos momentos, se pudieron ver bonitos paisajes de montañas, vegetación, rocas, embalse y río, etc.). El guía nos dijo que era bufet libre, doce euros por persona más bebida, y que teníamos solo cuarenta minutos (y si era menos tiempo aún mejor), porque supuestamente íbamos ya con una hora de retraso. El bufet libre consistía esencialmente en tajín de ternera y pollo, cuscús, lentejas y verduras. Poco más. De postre, naranjas y plátanos con o sin canela*. Algo limitado, añadido a la premura que teníamos por el tiempo disponible. Después de dejar a algunos en el hotel de Erfoud, llegamos sobre las 17 a Merzouga, nos llevaron con los 4x4 unos cinco minutos por las dunas y ahí subimos a los dromedarios para el paseo por el desierto durante unos treina y cinco o cuarenta minutos (con diferencia, lo mejor de todo el circuito) hasta que bajamos y llegamos a la zona de las jaimas y el comedor sobre las 18-18:15 pasadas. Nos ofrecieron un té y unas pastas para quien quisiera, nos dieron las llaves de las jaimas y nos indicaron que la cena era en el comedor a las 19:30. Consistió en una cena bereber, algo diferente a los otros días, aunque tampoco ninguna locura, con algunos entrantes básicos, un primer plato de berenjena, tomate y queso, un tajín de pollo con limón, el postre (macedonia de frutas) y té o café. Nos comentaron que, a causa del viento, no se podía utilizar el fuego fuera para el "espectáculo", que se convirtió básicamente en un rato de música con tambores. La verdad es que se esperaba bastante más tanto de la cena como del espectáculo por el precio pagado. Asimismo, nos dijeron que la salida del sol el día siguiente sería a las 6:30, teniendo que estar veinte minutos antes, para después desayunar a las 7 y salir del desierto, con los 4x4, a las 7:30. 6. Viernes. Dunas desierto Erg Chebi - Merzouga - Erfoud - Tinerhir - Ouarzazate: en virtud de la anterior indicación, esperamos desde las 6:10 en la entrada a alguna persona que nos guiara para ver la salida del sol, pero, dada la ausencia, subimos una cuesta para verla. El desayuno, a las 7, bien, normal. Salimos a las 7:30 pasadas con los 4x4 y en Merzouga nos volvimos a subir al autobús. Recogimos a los que faltaban en Erfoud e hicimos una parada en la fábrica y tienda de fósiles de esta ciudad. Después, paramos treinta minutos en las bonitas gargantas del Todra. La ciudad de Tinerhir la vimos desde fuera en el autobús. Ya directamente, sobre las 13:30, nos dirigimos a comer. El guía nos dijo que eran trece euros, bebida aparte*. La comida fue muy buena y abundante en cantidad. De primeros nos sirvieron ensalada variada marroquí y zaalouk, una especie de ensalada de berenjenas con tomate, ajo y pimientos, a modo de pisto frío. De plato principal escogimos pinchos de cordero y pollo (también había tajín), muy buenos y bien condimentados. Finalmente, el postre fueron naranja y dátiles con unos tés. De lejos, fue el día que mejor comimos dentro de los restaurantes del circuito en sí, aunque el inconveniente llegó a la hora del pago: preguntamos si se podía pagar con tarjeta y nos dijeron que no, que solo efectivo. No obstante, advertimos que uno de los participantes de nuestro circuito ya había pagado con tarjeta, por lo que se lo comentamos al camarero y, aunque con bastantes reparos, accedió. Pasamos la tarjeta por el datáfono y no dio error, todo parecía estar en orden, pero cuando ya estábamos dispuestos a partir, vino el mismo camarero (ya estábamos fuera del local) a decirnos que había un fallo en el pago y que había que pagar de nuevo. Evidentemente, le dijimos que esperara a que lo comprobáramos con la aplicación del banco, que en efecto corroboró que el pago había sido realizado correctamente. Se lo enseñamos y pareció darlo por bueno ?sin llegar siquiera a mirar la pantalla?, aunque con algo de sorna porque no le dimos propina. Al comentarlo al guía, nos dijo que había sido por fallo de conexión del datáfono, aunque no fue esa nuestra percepción, pues sentimos que nos querían timar. Ya no vimos nada más y llegamos al hotel de Ouarzazate sobre las 18. 7. Sábado. Ouarzazate - Marrakech: quedamos a las 7:10, desayunados y con maletas, para salir en dirección Marrakech con parada en el complejo fortificado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco Ait Ben Hadou. Llegamos allí sobre las 8, hicimos una visita por sus calles y cuestas, subimos hasta el punto más alto e hicimos fotos. Aproximadamente una hora. Continuamos camino y a las 11 el guía nos comentó que íbamos a realizar una parada, donde podíamos comer "tortilla típica bereber". Nosotros le indicamos que eran todavía las 11 de la mañana, a lo que respondió preguntando a qué hora habíamos desayunando (prácticamente a la misma que los demás días, cuando por ejemplo en Fez terminamos comiendo a las 15). Explicó entonces que no era obligatorio parar a comer, que cada uno era libre de hacer lo que quisiera, que podíamos tomar café, té o nada directamente. En este caso, sí es cierto que pudimos escoger comer o no comer porque, como se expone a continuación, llegamos a Marrakech a una hora bastante temprana y nos dio tiempo a ir a comer por nuestra cuenta; no obstante, en los demás días del circuito, la "no obligatoriedad" o libertad de elección se traducía esencialmente en que o comíamos en el establecimiento donde el guía proponía (donde parábamos) o no comeríamos hasta llegar al hotel, pues durante el trayecto de autobús no se podía elegir dónde parar o dónde ir a comer. De este modo, después de estar casi una hora en el local (nosotros decidimos solo tomar un té o café), continuamos y llegamos al hotel de Marrakech a las 13:30. El guía ya nos había propuesto por la mañana visitar un centro comercial, con una hora de tiempo libre, antes de ir al hotel, porque, normalmente, no se puede realizar la entrada a las habitaciones hasta las 15. ¿Qué sentido tenía entonces tanta premura en la salida y en el desayuno?, ¿no podíamos haber salido una hora u hora y media más tarde de Ouarzazate con más calma, con más tiempo para desayunar y sin tanta prisa? O incluso haber realizado alguna parada desde los miradores que había en el camino para admirar las montañas nevadas. Como nosotros no habíamos comido y queríamos aprovechar por lo menos la tarde en la ciudad de Marrakech, le preguntamos si podía dejarnos directamente en el hotel y no ir al centro comercial, a lo que accedió sin problemas. Nos indicó que el día siguiente, el domingo, nos recogería una persona en la recepción del hotel a las 4:35, tres horas antes de nuestro vuelo, para trasladarnos al aeropuerto. Después de llegar al hotel, nos fuimos por nuestra cuenta a la medina de Marrakech para comer y pasar la tarde libremente. Sirvan estos comentarios no tanto como queja como como consejo o ayuda para posibles viajeros futuros. *En el circuito teníamos contratado un régimen de media pensión, es decir, disponíamos, en el hotel, de alojamiento, desayuno y cena. Por ello, en principio se suponía que las comidas las teníamos por libre, pero, al ir con todo el grupo en el circuito, al final íbamos como un rebaño hacia donde lo lleva su pastor. En Marrakech quizás con suerte aún se puede tener la opción de buscar algo libremente, pero durante los días de autobús la parada se hacía donde el guía mandaba. Desde luego, si vas por tu cuenta a la hora de comer, el precio va a ser la mitad que en estos establecimientos, donde hacen precio de turista y no el habitual. Si fácilmente, en un restaurante normal, se puede comer por seis-ocho euros por persona (bien y buena cantidad), en los restaurantes del circuito se paga en torno a trece-dieciséis euros, y no necesariamente más o mejor.