Hotel Monterrey Costa
Chipiona
18/09/2017
"El Monterrey es un diez."
El Monterrey es un gastrohotel, con platos muy de cocina mediterránea y muy originales, y su ubicación es genial, sales cruzas la calle y ya estás en la arena. Los alrededores están plagados de bares y restaurantes que ofrecen muchas alternativas y variedad. El paseo es precioso, llegas al faro y sigues por los corrales de pesca y los cambios se aprecian de playa a playa, es decir para todos los gustos, arena, roca, etc. Y Chipiona me ha sorprendido gratamente, el centro tiene de todo, de hecho aproveché una peluquería, que no es necesaria la cita previa. Comercios de todo tipo. En fin, se me ha hecho cortísima la estancia. El ambiente en a calle es como "de familia" y volviendo al hotel, esa sensación acogedora en recepción, la copa que te ofrecen mientras introducen tus datos, te acompañan a la habitación, un habitación por lo demás con sistemas automáticos, como por ejemplo el sistema de aire acondicionado conectado al cierre de la puerta de la terraza, autenticas vistas al mar desde la cama, la simpatía y profesionalidad de todo el personal de restauración. Es cierto que un hotel de 4 estrellas tiene que reunir una serie de requisitos según el sistema, pero ya que no depende de mí darles esa estrella, al menos si puedo darles mi diez con todo mi cariño.
¿Cuál fue la razón principal para escoger este hotel? Precio, ubicación, calidad, equipamiento?
Habitación con vistas al mar, la novedad de no haber estado en Chipiona, mi pareja si, aunque me dice que fue hace muchos años, cuando era pequeño y que ha notado muchos cambios en Chipiona. La propia ubicación del hotel a seis o siete metros de la playa, cruzando la calle solamente, el aspecto de la habitación, los comentarios de personas que han estado allí hablando del magnífico trato que dan al cliente.
¿Cuál fue el principal motivo de tu reserva, negocio o placer?
Placer, tengo las vacaciones de verano en septiembre.
Positivo: Desconectas del todo.
Negativo: Si hay algo negativo ha debido pasar muy desapercibido, ya que soy bastante exigente.