Ya no se hacen Mundiales como antes. Y menos mal

Alberto Peñalba 3 minutos
¿Recuerdas los Mundiales de los 80 y los 90? Aquellos sí que eran auténticos de verdad y no como los de ahora. El fútbol de antes y no como el actual, que no es fútbol ni es nada. ¡Invent!

Nostalgia, lo que tú tienes se llama nostalgia. El fútbol no ha cambiado tanto, eres tú quien no lo ve con unas vacaciones escolares de casi tres meses recién estrenadas. Ni con una taza de Cola Cao y unas TostaRica delante de la televisión. Y claro, sin ese combo azucarado que daría para tres documentales de Netflix y un reportaje de los de Gloria Serra, todo pierde.

El problema de la nostalgia es que es descaradamente selectiva. Te hace añorar tu primer coche, el mismo que te dejó tirado trescientas veces y que acabaste medio regalando al chatarrero. También aquellos festivales de música a los que fuiste con una mano delante y otra detrás. Seguro que fueron divertidos, los míos también, pero la madurez es decir “yo no vuelvo al camping del FIB ni aunque Liam Gallagher me regale dos abonos personalmente”.

Así que, ahora que se acerca el Mundial de Rusia, aquí vienen unas cuantas razones para no sentir ni una pizca de nostalgia por Naranjito, el peinado de Ronaldo en Corea, ni Ricky Martin cantando a todo trapo La Copa de La Vida en el 98.

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España no ganaba ni a las chapas

No lo dejemos pasar más, hablemos del elefante en la habitación: hasta hace dos telediarios la selección española no nos daba más que disgustos. Ahora nos permitimos pintarle la cara a Argentina 6-1 (sin Messi, eso sí) después de levantar en seis años más copas que en toda la historia, pero no siempre fue así.

El codazo de Tassoti a Luis Enrique, el hundimiento en Francia 98, Al-Ghandour robándonos cuatro años después… Si miro hacia atrás no solo no añoro aquellos Mundiales, sino que ojalá haberme ido de campamentos todos aquellos veranos viendo a los nuestros volver a casa antes de tiempo. Mucho antes de tiempo.

¿El mejor fútbol del mundo?

La Brasil del 70, la Naranja Mecánica, la Francia de Zidane. ¿Tu también empiezas a verlo? La nostalgia hace que te acuerdes de todos estos equipos pero no quede ni rastro en tu cabeza, por ejemplo, de la Zaire del 74. Quizás porque ni habías nacido o porque se fueron del Mundial con catorce goles en contra y ninguno a favor. Los mismos que encajó ese año Haití. Eso sí, al menos ellos marcaron dos, los de la honra.

Reconozcámoslo, cada cuatro años se citan las mejores selecciones del planeta y tres o cuatro equipo que no saben cómo han llegado hasta allí y están por las risas. Combinados a los que un Segunda B pondría en apuros. Y sí, eso también forma parte de aquellos Mundiales que no volverán. Ni falta que hace.

Cuando el hermano del Emir dijo no

Para hablar del campeonato celebrado en España en 1982 lo fácil sería recurrir a Naranjito y a la temprana eliminación de nuestra selección. El himno también se las traía. Sin embargo, alejémonos un poco de los epicentros de aquellas semanas de fútbol y adentrémonos en Castilla, más concretamente en Valladolid. Si algo maravilloso hay que concederle a los 80 es que Valladolid fue sede de un Mundial.

Pero más alucinante fue lo que ocurrió en el campo del José Zorrilla. Francia ganaba tres a cero a Kuwait y estaba a punto de marcar el cuarto cuando un pitido sobresaltó a todo el estadio. El hermano del Emir de Kuwait, que veía el partido desde el palco, comenzó a hacer gestos para que los jugadores de su equipo se retiraran. Segundos después bajó al terreno de juego y allí, en medio del revuelo que había organizado, se dirigió al árbitro. El gol no llegó a subir al marcador. Una auténtica marcianada.

Ciao 1990

Hay quien dice que no hay Moranco bueno. Yo no voy tan lejos, pero lo que sí puedo asegurar es que no hay mascota mundialista buena. Todas y cada una son infantiloides a más no poder y su único cometido es aparecer en toneladas de inútil merchandising que caduca tan pronto como la copa es alzada en manos del equipo vencedor.

Pero de todo el museo de los horrores que podría reunir, me quedo con Ciao, la mascota (¿mascota?) de Italia 1990. Este amasijo de cubos con los colores del país alpino era tan triste como su entrada en Wikipedia en pleno 2018.

Yo me lo pensaba

Espero que después de este repaso tengas claro que el pasado no siempre fue mejor. Y que comprar todas esas cosas “retro” (cajas de desvanes ajenos) en Wallapop no te va a devolver al verano de 1991. Ni falta que te hace. En el Mundial de Rusia no habrá familiares de emires anulando goles, ni mascotas tan espantosas como Ciao. De rebote tampoco estará Italia. El karma, amigos.

Así que vete despejando las tardes de mediados de junio. Incluso, si te sientes viajero, quizás sea un buen momento para mirar viajes a Rusia. Pocos lugares puede haber más divertidos en el planeta que la sede de un mundial. ¿Sabes el chiste de van un francés, un alemán y un español? Pues todo el rato y con muchas cervezas de por medio.