Turquía: Vuelta a Capadocia en 3 días y 3000 fotos

Paula Sabater
Si todavía viviera Julio Verne, ya habría algún selfie circulando en internet de él sobrevolando Capadocia en globo. Porque, amigos, eso es algo que todo aventurero de ley tiene que hacer en su vida sí o sí (y no hablamos de los selfies).

Capadocia es uno de los lugares más alucinantes del planeta y por suerte a los turcos se les ocurrió la genialidad de que la podamos explorar, entre muchas otras formas, en globo. Ver desde la altura las “chimeneas de hadas”, las cuevas, ciudades subterráneas, los valles con formaciones raras y, para rematar, con el sol saliendo como postal, es una experiencia que os aseguro recordaréis siempre.

Hay muchas cosas por hacer en Capadocia y muchos lugares para caminar entre asombrosos paisajes. Si se tiene poco tiempo, recomiendo alquilar coche o moto para poder llegar a todos sin problemas.

Aquí dejo algunos a tener en cuenta, ya vosotros os organizáis cómo hacerlos:

Göreme

Es el corazón de Capadocia, su caballito de batalla. No por nada es conocida por tener el museo al aire libre más impresionante del mundo y la mayor cantidad de iglesias rupestres. También es el lugar con mayor oferta hotelera y base para los recorridos a pie más increíbles, como el Valle de las Rosas (unos 10 km ida y vuelta), el Valle de las Palomas (unos 2 km), el Valle del amor, Valle de Ihlara (alrededor de 6 km paseando por iglesias rupestres), entre otros.

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Capadocia tiene una geografía única, por eso vale muuucho la pena gastarse unos eurillos de más y estar en un hotel con habitaciones dentro de las chimeneas (sí, sí, dentro). Es realmente impresionante, transporta a otra época dándole una magia especial al viaje. Personalmente adoré este hotel, pero hay muchos y muy buenos. Lo ideal es alojarse arriba del pueblo, así se tienen buenas vistas (aunque sacaréis músculos al subir la colina, amigos. No hay mal que por bien no venga).

Göreme también es el centro del tan deseado viaje en globo. Hay decenas de compañías que organizan el viaje, y de hecho en el mismo hotel se pueden hacer las reservas si no se quiere estar buscando demasiado. Lo que sí debe quedar claro a los más temerosos es que la experiencia es A LU CI NAN TE. Y para nada peligrosa.

Ahhh, ¿ya os estáis emocionando, no? Tranquilos, podéis ir abriendo en otra pestaña de vuestro navegador este link mientras seguís leyendo. No me ofendo. ;)

Zelve

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Otro de los museos al aire libre, a 10 km de Göreme. Es un pueblo de cuevas, pero casi fantasma ya que está menos desarrollado que sus vecinos. Toma al menos 2 horas recorrer todos sus recovecos.

Uçhisar

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Es uno de los pueblos más grandes y a solo 5 km de Göreme. Su principal atractivo es el Castillo de Uçhisar (con ese nombre parece sacado de una película de Miyazaki y buen honor le hace). Es el punto más alto de Capadocia, por lo que es una visita obligada si se quiere ver el Valle de las Palomas y la silueta del cercano volcán Erciyes como nadie. Las habitaciones de este castillo romano, para no ser menos, están excavadas en la roca y conectadas entre sí con escaleras, túneles y pasajes. Se puede ir caminando desde Göreme o en autobús.

Ürgup

Urgup, Cappodocia, Nevsehir, Turkey

Es el pueblo de las ciudades trogloditas por excelencia. Se conservan todavía los restos de un castillo del siglo XIII. Es más un pueblo de paso que de base para realizar caminatas, pero vale la pena porque tiene restaurantes con comida turca tradicional y barata.

Derinkuyu

Valle de los Palomares Derinkuyu

Está más alejado que el resto de los pueblos, pero se enorgullece de poseer una de las ciudades subterráneas más grandes de la zona y ya solo por eso vale la pena una visita. Eso sí, no apto para claustrofóbicos, y no digáis que no os avisé.

Y así, entre caminatas y vuelos en globo sobre geografías fuera de este mundo, es como se termina el viaje de aventuras por Capadocia. Seguro os iréis de allí con la memoria de la cámara llena y la retina fuera de servicio de tanto observar y “grabar” increíbles momentos con los ojos.

Y si de algo estoy segura con este viaje es que Julio Verne estaría muy orgulloso de vosotros, pequeños aventureros. Y claro, de vuestros selfies. A sonreír.