Ser vegetariano en Madrid ya no es un infierno de comida insípida

Henar Ortega
Este artículo va dedicado a los vegetarianos y/o a sus amigos, familiares, parejas, compañeros de trabajo, y demás allegados con los que nos sentamos habitualmente a una mesa. Durante años la comida vegetariana se nos presentaba como una sosez insípida sin texturas, sabores y olores, y mira, no.
Restaurantes vegetarianos Madrid

A todos los que no somos vegetarianos nos ha pasado: tenemos algún amigo con el que es todo un sufrimiento salir de cena. No es nada personal, pero es que en estos casos hay dos opciones: o bien los omnívoros nos quedamos contentos comiendo lo que nos dé la gana en cualquier sitio y abandonamos a su suerte al vegetariano; o bien por un día él/ella elige restaurante y nos lleva a un sitio sin alma a cenar texturas y sabores de todo menos atractivos. La tercera opción es disgregar el grupo, pero esa ni la contemplo. Y la de quedarse en casa y preparar comida da para una historia a parte, con no pocos quebraderos de cabeza culinarios para quien le toque preparar la manduca.

Pero en Madrid estamos de suerte y una nueva generación de restaurantes vegetarianos, veganos y crudiveganos capaces de hacernos disfrutar con mayúsculas en compañía de nuestros allegados, sea cual sea su opción alimentaria.

Copenhagen

(C/ José Ortega y Gasset, 73)

Alta cocina vegetariana en Madrid. Sí sí, eso existe. Copenhagen, tiene inspiración nórdica y aunque abrió en julio de 2016 ya es todo un referente. Tiene varias cosas que llaman la atención: una carta extensa (¡rara avis en el sector vegetariano!), unas texturas y sabores inusitados en las lides del mundo vegetariano, y unos trampantojos muy divertidos y riquísimos (no os vais a creer que esas gambas en realidad no sean gambas). Técnica, criterios nutricionales y creatividad sobresalen en su oferta. No me iría sin probar la ensalada de algas con espuma de espárrago blanco, atún vegetal y mustard cress, ni el huevo campero con espárragos, setas, queso crema y mermelada de pimiento, que está de muerte.

gambas vegetales al ajillo_Copenhagen

Tapassentao

(Calle Príncipe de Anglona, 1)

De paseo por la Latina y la zona del Rastro. Os apetece comer. A ser posible bueno, bonito y barato. Y, por favor, ¡que esté rico! Tapassentao es vuestro sitio: picoteo del rico, de tomar con unas cañas o un vino y continuar con la conversación plácidamente. Tempura, deliciosos espárragos plancha (¿por qué no se acuerdan de ellos en más cartas de restaurantes?), nachos guacaqueso… De todos modos estamos en zona Austrias, y para los omnívoros ¡qué será de un paseo por el centro madrileño sin unos callos al estilo de aquí! Después habrá que bajarlo todo: no os preocupéis, en las inmediaciones están el Palacio de Anglona y la Plaza del Nuncio para dar una vuelta.

Levél Veggie Bistro

(Avda. Menéndez Pelayo, 61)

Levél Veggie Bistro es un restaurante vegano, es decir, no hay ni huevos, ni leche ni miel. Además, parte de su carta es crudivegana: en su elaboración no se superan los 41º, conservando así todas las propiedades de los alimentos. Juro que no parece un sitio especializado ni por apariencia ni por carta. El lugar, un precioso y luminoso local en la orilla del Retiro que tan de moda está gastronómicamente hablando, bien merece reservar con familia, amigos, o en pareja. En serio, me imagino que habrá parejitas veganas que tienen derecho a poder hacer una cena romántica, y este es su sitio. La elaboradísima lasaña (ejemplo claro de la filosofía Slow food que siguen aquí, se elaboran una por una), el pan de cebolla deshidratada, la brocheta de champiñón marinada con pesto de pistacho y verduras “asadas” o el extremadamente fotogénico y bonito Ratatouille estilo Pixar son platos muy de compartir y, sobre todo, de no irse sin probarlos.

Sopa

(C/Nieremberg, 23)

Un sitio original. Hasta desconcertante. Una de esas sensaciones de “siempre hay algo que me sorprenderá en Madrid”. Llegas ¡y te ponen a comer con una mesa y unas sillas en plena tienda! Y es que Sopa es una tienda de alimentación ecológica, restaurante vegetariano y, por si fuera poco, también joyería. Aquí te sirven sopas con un bol de cereales de acompañamiento. Y, atención al precio, este combo cuesta 4.90€ a mediodía. Los fines de semana también practican el menú del día (a 10€), y desayunar, o probar sus pasteles a cualquier hora, o comerse uno de los bocadillos de tortilla de patata que preparan es simplemente una gran idea. Por cierto: no te sorprendas si vas un martes y nada se corresponde con esta descripción: ese día “van de japos” y todo gira en torno a la cultura gastronómica nipona.

El Caldero

(Calle de Las Huertas, 15)

Un sitio murciano mítico en el centro de Madrid por cuya puerta has pasado más de mil veces seguro. Y como en la tierra de la que hace de embajador en Madrid, allí dentro hay un mundo de verduras directo a desbordar nuestro paladar. Si bien los omnívoros pueden hacer de las suyas, en El Caldero las opciones vegetarianas son tan ricas y apetecibles como el resto: unas buenas verduras de la huerta a la piedra, unas berenjenas, y el rey de la casa: un arroz al caldero, en este caso con verduras. De postre unos paparajotes completan la jugada. Estoy viendo que organizo aquí una comida con un vegetariano infiltrado y no se da cuenta nadie de que el menú es apto para él.

el caldero_arroz al caldero

Gastrobar EO7

(C/ Francisco de Ricci, 7)

En pleno Chamberí nos encontramos con Gastrobar EO7, una sorprendente propuesta de restaurante de cocina saludable, vegetariana y crudivegana. Aquí se respira fusión de legados gastronómicos de distintos puntos del planeta. La materia prima es fresca, comprometida con la ecología, y por supuesto se rigen por la estacionalidad de cada producto. El trato en la mesa, impecable. Pregunta todo lo que necesites: te lo explicarán con primor. No me iría sin probar el jugoso tartar de tomate con cáscara de lima y pimienta verde, ni alguno de los platos orientales.

Los Chuchis

(Calle Amparo, 82)

Es una maravilla ver cómo sitios sabrosones de verdad albergan espacio para nuestros amigos vegetarianos. Entrar en Los Chuchis un domingo es sumergirte en el aroma de un estupendo Sunday Roast. Pero no sólo eso: entre sus platos y entrantes del día siempre hay una buena opción vegetariana. De hecho ahora que lo pienso, el fin de semana pasado parecía una de ellos: de primero, sopa de tomate, col y alubias rojas (sublime), y de segundo cous cous vegetariano. ¿Qué más se puede pedir?

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Todos ellos son sitios para incorporar en la agenda gastronómica y de celebraciones de cualquier habitante o visitante de Madrid. Sitios buenos, bonitos y baratos donde probar algo diferente disfrutando, que es de lo que se trata en estos casos, ¿no? Por supuesto bien estará maridar tan ricos bocados con vino, cerveza o refrescos ecológicos. ¿Quién te iba a decir a ti que te ibas a enganchar al mundo vegetariano así de repente? En Madrid te lo ponen extremadamente fácil últimamente.

Las imágenes que ilustran este artículo son obra de Henar Ortega.