Qué visitar en Viena

Elisenda W.

La imponente ciudad de Viena nació cuando los celtas y romanos se asentaron en su territorio. Poco a poco y con el paso del tiempo y la historia llegó a convertirse en la gran capital del Imperio Austrohúngaro que marcó el destino de Europa.

Si te has decidido por la ciudad de los grandes músicos, los deliciosos pasteles y los espectaculares edificios barrocos para tu próxima escapada esto es lo que tienes que ver sí o sí.

El casco histórico

Andar por el centro de Viena es pasear a través de los siglos: desde la Edad Media, pasando por el imperial s. XIX y la modernidad de hoy en día. Con sus innumerables iglesias, palacios, parques y músicos callejeros este es uno de los centros más bellos de Europa y por eso fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

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La Catedral de San Esteban

Stephansdom en alemán, es el centro y corazón religioso de Viena. Una espectacular catedral que Rodolfo IV de Austria mandó construir encima de las ruinas de dos iglesias anteriores. Impresiona su fachada exterior de tejas brillantes y sus gárgolas, que dicen que cobran vida por la noche.

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La Ópera Nacional de Viena

Si puedes ir, ve. La Ópera de Viena es uno de los teatros más importantes y de mayor prestigio del mundo. Su repertorio abarca una impresionante muestra representativa de la ópera de más alto nivel, con más de 50 representaciones y ballets durante los 300 días que dura la temporada.

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Los Palacios 

El enorme Palacio Schönbrunn era la residencia de verano de los Emperadores de Austria y hoy en día está incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad. Más de 1000 habitaciones y unos jardines de 1.2km de largo y 1km de ancho te muestran la opulencia y suntuosidad con la que vivían los miembros de la corona hasta la caída de la monarquía.

El palacio de Belvedere – que en realidad son dos, el alto y el bajo – están unidos por unos preciosos jardines y cuenta con una impresionante colección de pinturas imperiales, entre ellas el conocido El Beso de Gustav Klimt.

En el Palacio de Hofburg, el más grande y majestuoso de la ciudad, podrás ver colecciones de valor incalculable, pero no de arte, sino de la suntuosidad cotidiana con la que vivían los monarcas que habitaron el castillo: cuberterías de oro, vajillas, centros de mesa, porcelana oriental y hasta joyas que pertenecieron a la emperatriz Sissi.

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Casa Hundertwasser

El complejo residencial Hundertwasserhaus rompe con el estilo imperialista de la ciudad. Se aleja de las normas y clichés de la arquitectura convencional combinando pisos y fachadas ondulantes con colores chillones y vegetación exuberante.

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Ringstrasse

La calle anular o ring de Veina, es una avenida que redondea el centro de la ciudad y alberga algunos de los edificios más emblemáticos como la Ópera, el Kunsthistorisches Museum, el Parlamento, el Ayuntamiento, la Universidad y mucho más.

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El Danubio

El río más largo de Europa (¡cruza más de 10 países!) te impresionará por su tamaño y su paso por la preciosa Viena. El Danubio marcó la historia de la capital y si quieres entender un poco más el día a día de los vienenses, puedes recorrerlo en bici o pararte en sus parques para descansar, hacer un picnic o disfrutar de las vistas.

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