¿Qué esconden las estaciones de esquí de Cataluña?
Si crees que el snowboard es demasiado para una primera vez, la excursión con raquetas por el Parque Natural del Alt Pirineu te hará sentir como uno de los nueve de la Compañía del Anillo a su paso por Caradhras.
Cuando no estamos acostumbrados a las maravillas de la naturaleza, las montañas nevadas nos parecen un auténtico regalo visual. Y no es para menos. Cataluña cuenta con una quincena de pistas de esquí por todos los Pirineos. Pero lo verdaderamente curioso se esconde en los rincones, en los bosques frondosos, o en las conversaciones de los de delante del telesilla.
En la estación de La Molina, la más antigua de España, puedes conocer su cara más recóndita gracias a una de las experiencias estrellas de esta temporada: conquistar la cumbre en máquina pisanieves. Tu propio Señor Mr. Quitanieves te llevará en esa especie de tanque-camión hasta el refugio del Niu de l’Àliga, a más de 2.500 metros de altura. La estación de Tavascan también ofrece una ruta por las más de 70.000 hectáreas del Parque Natural del Alt Pirineu.
¿Aún no sabes qué es el ‘mushing’?
Antes de que llegara la rueda u otros avances, en Laponia utilizaban el trineo con perros para desplazarse. El mushing, nombre con el que se conoce la técnica, ya no es un medio de transporte, sino una forma de disfrutar de la naturaleza. ¿No te parece una joya de plan regalarle un paseo en trineo con perros a tu pareja o algún amigo? Incluso existen los trineos tirados por doce huskies para cuatro personas, donde puedes ser tú quien lleve las riendas.
No obstante, no fueron los bellísimos huskies quienes protagonizaron las primeras expediciones. La raza kamutik, descendiente directo del lobo polar, fue la primera, pero de espíritu demasiado salvaje para estas actividades.
En las estaciones de Espot o Virós-Vallferrera disponen de hasta 12 kilómetros para recorrer, y en Baqueira Beret realizan una ruta nocturna, donde podrás contemplar la belleza del Val d’Aran y el pueblo de Montgarri. Pero antes de todo esto, lo que se busca con esta aventura es que ayudes a los perros a superar los obstáculos que se encuentren. El respeto a los animales es la máxima en esta actividad.
¿Preparado para una inmersión bajo el hielo?
Si bucear es uno de tus pasatiempos favoritos en verano, ¿te atreves con una inmersión bajo el hielo? Los Pirineos de Cataluña cuentan con lagos en las estaciones de Port Ainé y Vall de Núria. Para practicar el buceo bajo el hielo estaría bien que tuvieras un poco de experiencia marina, ya que la altura a la que se encuentran los lagos helados hace que la presión atmosférica sea menor. Pero tranquilo, los monitores estarán para ayudarte.
El equipo te proporcionará un traje seco para inmersión que aísla la piel y mantiene el calor. Te ayudarán a colocártelo para que estés listo para grabar en la retina los secretos del fondo del lago y los juegos de luces y colores. Si ya eres un submarinista experimentado y título PADI, Port Ainé esconde el lado helado de Jabalí a más de 2.200 metros de altura.
Excursiones con raquetas
La gran mayoría de las estaciones de esquí de Cataluña cuentan con excursiones con raquetas de nieve. Esta práctica, datada desde hace miles de años, se ha modernizado con el paso del tiempo. Atravesar el Parque Natural del Alt Pirineu no será una tarea difícil con las raquetas actuales. Llevan fijaciones móviles que permiten mover el pie con libertad en las subidas y bloquearlo en las bajadas, además de ser realmente cómodas. Te parecerá estar caminando sobre la nieve sin nada.
Es necesario que te equipes con ropa cómoda y aislante, protegerte del sol con gafas y llevar bastones de esquí para esta gran jornada por la nieve. La Molina tiene en su programa rutas nocturnas, con descanso en un iglú y un chocolate caliente. Port Ainé, Espot, Tavascan y Baqueira Beret organizan excursiones, pero una de las más llamativas es la de Orri – Lago de Bacivèr: casi cuatro horas por la nieve y un desnivel de 272 metros.
Construye tu hogar
Con todas estas actividades, además del esquí alpino y nórdico o el snowboard, lo normal es que necesites descansar un poco. La nieve ya es tu segundo hogar, y no estaría nada mal una residencia de invierno. La Asociación de Constructores de Iglús de Cataluña sacará a relucir tu lado esquimal. Solo has de convencer a cuatro o cinco amigos para construir vuestro iglú en menos de tres horas.
Os facilitarán todos los materiales necesarios: una pala, una sierra, unos guantes de goma, y los ladrillos de nieve prensada. Si construís de forma correcta el iglú, la temperatura interna podría ascender incluso hasta 20ºC con respecto a la del exterior. No es que os vayáis a sentir como los personajes de Esquimales en el Caribe, pero todo dependerá de la temperatura ambiente, el tamaño del iglú o los esquimales que seáis. Los talleres empiezan a las nueve de la mañana casi cada sábado de la temporada en estaciones como Vallter 2000, Vall de Núria, La Molina o Coll de Pal (Bagà).
Y disfruta del festín
Con todo este trote es necesario que recuperes fuerzas. El Pirineo Catalán tiene en su haber una exquisita selección de platos. Por una parte tenemos la ‘girella’, un embutido típico del Pallars; por otra parte, el palpís de cordero; y por último las ‘daines’, unas pastas secas con hierbas aromáticas.
No permitas que tu paladar se quede con las ganas. Si has decidido dedicar la noche al esquí en la estación de Masella, no debes dejar pasar la oportunidad de visitar el Pla de Masella y tomarte una copa. Chinchín, ¡por el invierno!
