Para viajar bien, busca ayuda en internet
En internet existe una gran cantidad de sitios sobre viajes, turismo, qué ver, qué comer, qué hacer, etc. Pero hay dos webs que definitivamente serán un excelente punto de referencia, cuando tengamos que elegir el asiento en un avión o nos veamos obligados a dormir en un aeropuerto.
Seat Guru es una web donde puedes explorar y conocer cómo están distribuidos los asientos dentro de los aviones. Esta página está muy bien pensada, ya que primero tenéis que buscar la aerolínea en la que viajáis y después el modelo del avión.
Por medio de un sencillo sistema, os indica cuales son los mejores asientos (en verde) y los peores (en rojo). También muestran cuales están cerca de las puertas de salida, de los servicios, e incluso las medidas de separación entre ellos. ¡Algunas dan miedo de lo ajustados que están los asientos!
Tienen una tabla donde comparan los aviones dependiendo de los destinos, para saber si hay enchufe para conectar el portátil, o si hay televisión personal (en las que podéis programar lo que queréis ver).
Por otro lado, ¿quién no se ha quedado tirado alguna vez en un aeropuerto? Pues no es lo mismo que te ocurra en Hong Kong (entre los mejor valorados) que en Moscú (en la lista de los peores). En la web Sleeping in Airoports, encontrarás los mejores (y peores) aeropuertos del mundo para dormir. Las calificaciones las dan los viajeros, que postean sus comentarios, y en base a eso se suman o se restan puntos.
Hasta ahora, el mejor aeropuerto es el de Singapour, que tiene sillas para hacerte masajes gratis en Oasis Lounge, kioskos con Wifi, piscina, y los mejores asientos de plástico para dormir.
En el otro extremo, el peor aeropuerto es el Charles De Gaulle en París, en el que los trabajadores son groseros, huele mal, los asientos son incómodos y podéis acabar compartiendo el espacio con algún vagabundo.
Además, tiene un apartado muy interesante de consejos para poder dormir tranquilo en los aeropuertos, historias de los viajeros, comics, etc. Vale la pena mirarlo, uno nunca sabe cuándo le tocará quedarse a dormir en un aeropuerto.
