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Otra Barcelona con niños es posible

Mónica Escudero
¿Las sientes? ¿Las hueles ya? ¿Notas como se acercan? Sí, son las vacaciones infantiles de Navidad, llenas de minutos, horas y días de necesario entretenimiento familiar (también puedes aburrirte, claro, pero es una opción bastante menos divertida).

Seguramente a estas alturas, si vives en Barcelona y con niños, habrás ido tanto al Aquarium que las rayas comen de tu mano, y te has planteado acampar en la puerta de Cosmocaixa para que las visitas te pillen más cerca, como un fan de Justin Bieber una semana antes de un concierto.

Si necesitas renovar tus lugares de peregrinaje, estás de suerte: venimos a enseñarte el lado más alternativo –y niñero– de la ciudad.

Museos que te hablan

Empecemos por el MIBA, un museo de inventos y curiosidades en el que es imposible aburrirse desde que entras, a través de un tobogán en forma de tubo –sí, los mayores también podemos– hasta cuando vas al lavabo –¡los baños te hablan!– o en el rincón de los inventos más absurdos de la historia, algunos de los cuales se pueden comprar en su misma tienda. Tienen una agenda llena de talleres en los que puedes aprender a hacer chindogus, y un concurso de inventos por si la visita pone a los enanos creativos.

Una foto publicada por Alexander Patoka (@apats) el 27 de Sep de 2014 a la(s) 9:47 PDT

Viva el chocolate y las meriendas

Otro museo poco conocido a tener en cuenta es el del chocolate, donde se exponen herramientas, técnicas y se cuenta todo el proceso que sigue este dulce manjar desde que se recolecta el haba de cacao hasta que se convierte en el chocolate que te zampas con la merienda. Y ya que hablamos de meriendas, no es ninguna mala idea quedarse allí y proceder a zamparse una: comparten techo con la escuela del gremio de pastelería, y saben muy bien lo que se hacen.

Si os habéis quedado con ganas de un museo de arte…

Podéis acercaros a la galería más pequeña de Barcelona, que casualmente está enfocada al arte para niños. Estamos hablando de Plom Gallery, un pequeñísimo local donde la acumulación de talento por metro cuadrado es seguramente la más apabullante de la ciudad. La intención de Martha Zimmerman, al frente del proyecto, es “defender el poder del arte como una herramienta de formación y desarrollo humano de los niños que estimula la creatividad, la imaginación, la cultura del esfuerzo y la autoestima”. Los pequeños coleccionistas pueden hacerse con obra original y series limitadas de artistas como Sergio Mora, Mr. Ed, Carmen Segovia o Cristina Borobia, además de colarse en su rincón secreto del artista o apuntarse a uno de sus talleres para aprender las técnicas de Mondrian, Miró o Tàpies.

Una foto publicada por PLOM Gallery (@plomgallery) el 23 de Sep de 2016 a la(s) 4:12 PDT

Si lo que buscas es un plan al aire libre…

El Parc de l´Oreneta tiene todo lo que necesitas: es un poco un parque y un poco un bosque de eucaliptus en el que perderse y crear tus propios caminos, tiene unas zonas de juego fabulosas, un picadero de ponys y un pequeño tren a vapor que recorre 635 metros y tiene una estación, tripulación propia, 11 locomotoras y tres vagones. ¿Algo más? Sí: puedes montarte en él.

Una foto publicada por P.Mcnfbuc (@pmcnfbuc) el 16 de Oct de 2016 a la(s) 7:44 PDT

Seguramente tanta aventura os ha abierto el hambre y la sed

Acercaos a calmarlas a uno de los locales de We Pudding. Además de nutriros con ricas tartas –el cheesecake es para ponerle un anillo en el dedo, si lo tuviera–, bocadillos, zumos, bagels, quiches y ensaladas elaboradas con productos de proximidad y temporada, también disfrutaréis de la bonitez del entorno. El sitio es tan mágico que no sería nada raro encontrarse a la Alicia de Lewis Carrol una tarde dándole al pastel de zanahoria debajo de una de sus setas gigantes. También organizan fiestas de cumpleaños, sesiones de cine y talleres de cosas tan variadas como ciencia o creación de pociones y varitas de Harry Potter.

Una foto publicada por Juanma Romero (@juanmaromero) el 9 de Mar de 2015 a la(s) 6:27 PDT

Otro buen plan para comer en familia, aunque no revueltos, es el taller de cocina Patacutxi que Ada Parellada organiza cada sábado en el restaurante Semproniana. Pensado para niños entre 4 y 10 años, permite a los pequeños pasárselo pipa ensuciándose las manos y preparando una receta rica y saludable –que después se comen todos juntos– y a los padres tener una comida rodeados adultos, para variar.

Una foto publicada por Ada Parellada (@adaparellada) el 16 de Ene de 2016 a la(s) 3:17 PST

¿Ya recuperados y con energía para cantar y mover el culete?

Si tenéis suerte, podréis hacerlo en un concierto organizado por Minimúsica, un proyecto musical educativo que lleva desde 2006 trabajando para fomentar el pensamiento crítico y el espíritu creativos de los niños a través de la música. Tienen como aliadas a bandas como Templeton, que han hecho para ellos varios conciertos interpretando los temas de la mejor serie de la historia, Hora de Aventuras, Candela y los Supremos o Joan Colomo. Conocerles es amarles (y bailarles).