Menú del día: tupper viejuno, tupper de lunes, tupper de la mama, tupper sorpresa…

Mireia Fleta

He de confesar algo. Aunque me da un poco de vergüenza, pero bueno…  Ahí va: sería capaz de hacer cosas muy fuertes e incluso ilegales con tal de que me dieran Tickets Restaurant.

Los hay ordenaditos… Es una imagen de BocaDorada en Flickr.

¡Hala, ya lo he dicho!

Aborrezco soberanamente prepararme el tupper cuando llego a casa después de trabajar. Preferiría sentarme en el sofá ociosa y tranquilamente.

Y aborrezco aún más tener que comer a diario comida recalentanda. Preferiría sentarme ociosa y tranquilamente en una mesa y que me sirvieran el menú.

Por ahora me tendré que conformar con deleitar alguno de los típicos tuppers de oficina:

Tupper viejuno: el que contiene restos de la comida del día anterior.
– Tupper de lunes: muy parecido al anterior pero se merece una categoría especial porque tiene un nivel superior: suele contener comida de festín tipo paella con gambones, fideuá o carne a la brasa del domingo.
– Tupper de la mama: todo un clásico. Se nota a la legua, por las cantidades desmesuradas de comida que contiene y su consistencia y olor especial.

[redbox text=”Tupper de la mama: todo un clásico. Se nota a la legua, por las cantidades desmesuradas de comida que contiene y su consistencia y olor especial.” position=”left”]

– Tupper monográfico: hay quienes cogen un plato base y van enriqueciéndolo. Es cómodo pero cansino. ¿En qué oficina no hay alguien que en la misma semana come ensalada de pasta, ensalada de lentejas, ensalada de patata, ensalada verde, ensalada de arroz?
– Tupper cebolla: cuando lo ves te dan ganas de llorar. No sabes si comértelo o tirarlo directamente a la basura. ¡Qué aspecto tan puaj!
– Tupper sorpresa: lo guardaste con sobras hace un tiempo indeterminado en la nevera y no sabes si su contenido hará peligrar tu estómago.
– Tupper nouvelle cuisine: es el resultado de un acceso de creatividad. ¡Basta de comer siempre lo mismo, innovemos! A veces el resultado no está a la altura de las expectativas. Yo un día hice una tortilla de sardinas en lata con muy buena intención y acabé comiéndome un bocata.

¿Se te  ocurre alguno más?

Es que… ¿Hay algo más mítico en una oficina que el tupper?

Son todo un mundo en sí mismos. Y un tema de conversación estupendo: ¿Qué comes hoy? ¿Qué prepararás para mañana? Mmm… qué pinta más buena…; ¿Me das la receta?

La semana pasada crearon en Twitter (supongo que ya nos sigues en @atrapalo, ¿no?) el hashtag  #diadeltupper.

Contenía un montón de recetas capaces de sobrevivir a las inclemencias de las micro ondas para llevarte a la oficina y hacer las comidas lo más suculentas posibles.

Me pareció muy útil. Aunque tendré que seguir preparándolo, al menos tengo a mano un montón de ideas y puedo preparar platos distintos.

¡Ups! ¿Oyes eso? Tanto hablar de comida me están rugiendo las tripas, así que te dejo.

Voy a adelantarme para coger tanda en el micro. Me espera un delicioso pollo relleno de jamón, queso y piñones con guarnición de patatas para rechupetearse los dedos.

Por cierto, ¿Adivinas con quién quedé ayer?