Martes 13: ni te cases, ni te embarques, ¡por si acaso!

Pablo Ángel 2 minutos
Con el mes de febrero siempre he tenido una relación un tanto ardua y complicada. Es un mes puente entre la cuesta de enero y los primeros coletazos de la primavera. Y en este intervalo de 28 días, cruzamos el agujero de gusano de la ciudad de Winden, para volver a la Edad de Hielo. Las nevadas copiosas y las tormentas apocalípticas te vienen de fábula cuando sales del trabajo y activas el modo ameba en el sofá. Te lamentas un rato de tu soledad, hablas con tu(s) ligue(s) de Tinder y cuando decides (al fin) qué miniserie empezar, toda la finca se queda sin luz. Sin batería en el móvil, tu crush está sin respuesta. Y mañana es San Valentín. Está claro que incluso Neville Longbottom tendría hoy martes 13 más suerte que tú.

El caso explicado puede que te suene porque te haya pasado algo semejante o tengas un amigo más gafe que Violet Jessop, la enfermera que sobrevivió a la colisión del Olimpic, y a los hundimientos del Titanic y el Britanic. La mala suerte ha estado ligada desde tiempos inmemoriales a las culturas, religiones o supersticiones locales. Con el paso de los siglos, unas han ido desapareciendo, otras las hemos adquirido, y algunas son más falsas que un faldón de la consulta de Sandro Rey. Pero si bien es cierto que de puertas afuera adoptas la postura de “yo no creo en esas cosas”, tu subconsciente se pregunta por qué oír el canto de Hedwig tres veces es de mal augurio.

¿Existe la mala suerte?

El karma o las supersticiones nunca han sido cosa de esta dimensión. Siempre han estado ligadas al mundo del ocultismo, la brujería, o la magia. Pero muchas de ellas se han asentado tanto que tu abuela hizo contigo un buen trabajo para que estuvieras al loro. Es complicado encontrarse alguien que no sepa que romper un espejo trae siete años de mala suerte, así como pasar por debajo de unas escaleras, o abrir un paraguas en un espacio cerrado. Las leyendas populares han ido alentando nuestras creencias, incluso todas ellas pueden sucederse en un mismo día como un martes 13. Aunque tras crecer con Sabrina, cosas de brujas, me cuesta creer que un gato negro me vaya a quitar de este mundo.

El origen del martes 13

Una vez más, la voz de tu abuela te viene a la mente entonando otro refrán: en martes ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes. Cuando pensamos en el peor día de la semana, el lunes o el domingo siempre se llevan la palma de los días depresivos, pero el martes esconde mucha más desgracia y destrucción. “Martes” proviene del planeta Marte, asociado al Dios de la Guerra de la mitología romana, con el rojo como símbolo la sangre y la destrucción. Por otro lado, el número 13 está ligado a una larga lista de hechos históricos y religiosos, mucho antes de que Cher creara el universo y sus multiversos.

La triscaidecafobia es el nombre técnico molón del miedo al número 13. En la religión cristiana, a Judas se le considera el número 13 en la Última Cena, y la figura del Anticristo aparece en el capítulo 13 del Apocalipsis. Los trece espíritus malignos de la mística judía o la apropiación por parte de la cultura escandinava, donde en una cena de dioses en Valhalla, el maligno y magnífico Loki era el decimotercer invitado. En el campo del tarot y del ocultismo, cuyo liderazgo sigue acuñándose la malograda Aramís Fuster, también se vincula el trece al mal augurio. De los 22 arcanos mayores, justamente el 13 es la muerte, un esqueleto con guadaña en mano de quien nadie puede escapar.

Como martes 13 catastróficos se recuerdan el de la caída de Constantinopla en 1453 o la confusión de lenguas en la Torre de Babel. Salvo estos dos casos, y otros pocos defendidos por tarotistas como Rappel, no han sucedido muchos días fatales. ¿No estaremos exagerando un poquito?

¿Lo tenemos superado?

Algunas veces nuestro lado irracional nos desborda. Tal es que así que muchos edificios pasan de la planta 12 a la 14; y en los aviones más de lo mismo, ni rastro del 13. Alrededor del globo, Grecia y algunos países de América Latina como Chile, Colombia o Perú secundan esta fobia, pero en la cultura anglosajona el día que les da mal fario es el viernes 13. ¿Recordáis a Jason Voorhes en Viernes 13? Pues ni rastro de él en Italia, donde señalan con pavor el viernes 17.

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Depende en el punto del globo en el que te encuentres, hoy podrás vivir con una cierta tranquilidad. El próximo viernes 13 es en el mes de abril y ni rastro de un viernes 17 hasta agosto. Pero siento decirte que el mes que viene…¡hay otro martes 13! Como consejo personal, no dejes que te apabulle demasiado, tómatelo a guasa como Martes y Trece si tienes a esa persona especial, espabila, que mañana es San Valentín.