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Manual para convertirte en dueña y señora de tu vida

Nadia Arenas
Imagina que a Superman le hubiera importado algo lo que dice el protocolo sobre ponerse los calzoncillos por encima de las mallas o si, ante la amenaza de cualquier villano, hubiera decidido respetar los límites de velocidad o no invadir el espacio aéreo. Que sí, que las reglas están ahí para garantizar una convivencia armoniosa, pero está demostrado que a veces es necesario crear nuestras propias normas. ¡Vamos, atrévete tú también!

Has estado acatando órdenes durante (demasiados) años. Concretamente, desde ese día en el que tu santa madre se empeñó en que te llamarías María del Mar, como todas las mujeres de tu familia desde tiempos inmemoriales. Esta decisión, tomada cuando aún eras incapaz de hacerle entender que el nombre de Beyoncé casaba mucho más contigo, fue el comienzo de una vida marcada por voluntades y prohibiciones ajenas. Que si no te puedes bañar vestida de princesa Disney, que si en misa no se canta el ‘Wannabe’, que si te prohíbo que salgas con ese macarra… Te han dicho tantas veces ‘no’ que, aún ahora, temes que la panadera se niegue a venderte un cruasán porque “ya te comiste uno el otro día y mira cómo te estás poniendo”. Por eso, ahora que has volado lejos del hogar familiar, ha llegado el momento de hacer ¡LO QUE TE PLAZCA!

¡SOCORRO! ¿Por dónde empiezo?

Es probable que creas que gestionar tu vida con absoluta libertad te va a costar más que dirigir un centro penitenciario de máxima seguridad, así que si quieres tener éxito en tu cometido, aquí va el primer consejo.

Para empezar, ¡anímate a vestir como siempre has querido! Y es que no hay secreto mejor guardado que tu clandestino (y desmedido) amor por los cardados, las hombreras, el maquillaje excesivo o las deportivas con tacón. ¿Quieres mi opinión? Prueba a lucir alguno de estos complementos (o todos juntos, ¡qué demonios!) en los festivales de música a los que acudas este verano. ¿Por qué allí? Porque en ellos se prohíbe la entrada a los prejuicios y, te pongas lo que te pongas, nadie te mirará como si acabaras de matar a un gatito.

¡Ah! Y mira que con un poco de suerte, ¡podrás irte de festival por tu cara bonita!

El madrugar… se va acabar

A diferencia de otras niñas, tú no temías a monstruos ocultos bajo la cama o al nuevo programa infantil de Leticia Sabater. Lo que a ti te hacía estar en un constante sinvivir era pensar que podías decepcionar a tu madre. Para evitar matarla de un disgusto estudiaste una carrera, buscaste un novio formal y empezaste a trabajar recién licenciada. Pero pronto descubriste que el mundo laboral no era como imaginabas y que, además de odiar que te den órdenes, prefieres escuchar en bucle una canción de Luis Fonsi al sonido del despertador a las 7 de la madrugada.

Los escalofríos que sientes cada mañana al entrar en la oficina son el mejor indicativo de que ha llegado el momento de dejarlo todo y montar ese negocio de aniquiladora de zombies que tanto futuro intuyes que tiene. Convertirte en empresaria te permitirá, además de obtener la libertad que tanto ansías, disfrutar de privilegios con los que no contabas.

Podrás, por ejemplo, organizar tus vacaciones en función de los eventos que más te interesen. ¿Qué te parecería pillar tres días libres para asistir a la nueva edición de Etnosur? Este festival, que se celebra los días 21, 22 y 23 de julio en Alcalá la Real (Jaén), ofrece un cartel de lo más completito en el que la música se fusiona con actividades tan diversas como cine, talleres de acroyoga o de collage, circo, exposiciones o actividades de calle.

En Cádiz, y también durante la tercera semana de julio, te espera el No Sin Música. Sus organizadores, muy listos ellos, han querido combatir las altas temperaturas montando el escenario justo al ladito del muelle de la ciudad. ¡Contonea tus caderas al ritmo de artistas como Iván Ferreiro, Sidonie o Rosendo mientras la brisa te acaricia y disfrutas de una cerveza o un delicioso café frío!

No, tú no vuelves a pisar el pueblo

Las obligaciones familiares te han llevado, durante muchos agostos de tu vida, derechita a un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quieres acordarte. O, lo que es lo mismo, al pueblo de tus padres, ese sitio en el que las temperaturas superan en varios grados a las del infierno y donde habitan seres tan monstruosos como tu tía Carmen, con un máster en estrujar carrillos hasta dejarlos sin sensibilidad y capaz de provocar pesadillas hasta al mismísimo Freddy Krueger. Por eso, aunque tu familia amenace con desheredarte si no apareces por allí, tienes claro que antes vuelves con tu primer novio que al pueblo.

Donde sí vas a dejarte caer es en el V de Valarés, un festival al que mejor que llegues con ganas de buena música y una rebequita. Su enclave, en la gallega playa de Balarés, lo convierte en la perfecta opción para aquellos que temen al calor más que a un ataque de Godzilla. Los Planetas, Love of Lesbian o La habitación roja serán algunos de los artistas que cantarán para ti en un entorno donde el azul del mar se encuentra con la verde Galicia.

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Mi mundo. Mis reglas

Ahora que tienes claras cuáles son tus reglas y que vas a defenderlas con más empeño que Gollum a su ‘tesorooooo’, has llegado a la conclusión de que tus particulares mandamientos bien podrían resumirse en la siguiente máxima: DISFRUTARÁS DE LA VIDA POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS. Así que toma la calle con los ojos más abiertos que el prota de ‘La Naranja Mecánica’ en pleno proceso de terapia y… ¡déjate sorprender! Por ejemplo, por los conciertos sorpresa que organizan los amigos de Kaiku Caffè Latte y que pueden estar acechando tras cualquier esquina de cualquier barrio de cualquier ciudad.