Las cinco razones más insólitas por las que cancelar un viaje

Rodrigo Merluzo
Cuando yo tenía veintipocos años, mi padre me dijo un día que “una persona prevenida, vale por dos”. La insolencia de la juventud hizo que esa frase acabase en un remoto cajón al fondo a la izquierda de mi memoria. Pero hace tiempo que han aparecido las primeras canas (o mechas de experiencia) y ya no me siento tan joven. Ahora es cuando abro ese cajón y pienso: “¡Qué razón tenía mi padre!” No es mi intención meterle el miedo en el cuerpo a nadie. Simplemente, la vida es eso que te sucede mientras haces planes. Es mejor estar preparado, que luego patalear. No digáis luego, que no os he avisado...

Los Houdinis siempre estamos haciendo planes. Está en nuestro ADN. Así que para nosotros no hay nada más frustrante que la cancelación de un viaje. Tanta planificación, tanto pedir información a amigos, tantas lecturas de la guía del lugar, tanto imaginarte allí para evadirte del trabajo… y, de pronto, llega una gastroenteritis heavy metal que no te permite separarte del baño ni un minuto y ese vuelo sale sin ti. Pierdes los días que habías pedido en el trabajo, para pasar el puente de diciembre abrazando el retrete de tu casa. Se podrían haber minimizado los daños si no te hubieras zampado las vieiras gratinadas para cenar (algo en tu interior te decía que no era buena idea) o si hubieras contratado el seguro de cancelación de PayPal. Pero a veces usas más las entrañas, que la cabeza. Nos pasa a todos.

Estas cosas y otras mucho más extrañas pasan más a menudo de lo que nos gustaría, aquí van algunos ejemplos:

Lanzan monedas al motor del avión

Suena como una noticia inventada expresamente para partirnos la caja. Pero es real. Según una vieja creencia china, lanzar monedas al motor de un vehículo da buena suerte para el viaje. Ya ha sucedido en varias ocasiones que han tenido que cancelar un vuelo debido a que alguna persona mayor le ha dado por hacer este extraño ritual en busca de buenos augurios. ¿Quién puede prever que ocurra algo así? Nadie. Los usos y costumbres de la gente son muy interesantes, pero si te fastidian el puente que llevas planeando durante semanas, a lo mejor ya dejan de serlo…

Una concentración de tunas se pone en tu camino

Según la app de mapas del móvil tardas en llegar al aeropuerto una media hora, tienes que llegar dos horas antes para hacer el check-in, pasar la seguridad y demás. Lo tienes todo medido. No hay opción al fallo. No puede haber resquicios, ni salvedades… ¿o sí? Porque cuando estás montado en el taxi camino del aeropuerto ves que la calle principal está cortada por una concentración de lo que parece ser un montón de gente con extrañas vestiduras y panderetas. No tienes escapatoria y te pasas más de dos horas encerrado en un atasco oyendo cantar eso de “Triste y sola se queda Fonseca”. Lo de la concentración de tunas es una invención, pero no me puedes negar que a veces pasan cosas tan raras que son difíciles de imaginar. Y te quedas en tierra.

Encuentras el amor

Por fin, esa persona de la oficina con la que llevas fantaseando más de un año te dice que si tomáis una caña después del trabajo. Que al final lo suyo con su actual pareja no ha funcionado. Y después de algunas cervezas os fundís en un beso de tornillo que hace que resuenen las campanas de La Almudena. Al día siguiente, desayunáis juntos. Tú habías pensado pasar el puente de mochilero por Europa, pero este tren (el del amor) no lo quieres perder, así que decides abandonar la idea del road trip e iniciar otro tipo de viaje: la vida en pareja. ¡Enhorabuena! Aún así, mira a ver si por lo menos te devuelven el dinero del billete, porque estás enamorado, pero no eres tonto.

El mundo se acaba justo antes del puente

No es por ser catastrofista, pero el mundo está un poco loco. Pones el telediario y ves que estamos al borde del precipicio en muchos sentidos. Político, social, ecológico… todo está hecho un desastre. ¿Y si ésta es la señal de la que hablaba Nostradamus? ¿Y si estamos todos a punto de irnos al garete? En ese caso, por favor que sea después del puente. Porque no podría dar más rabia que después de tanto trabajar, cuando por fin llegan unos días de asueto, resulta que se acaba el mundo. Señor Dios, La Casualidad, La Ciencia, La Nada, [introduce aquí tu creencia], un poco de compasión hacia el ser humano, ten un poquito de por favor, y acaba con tu creación después del puente. Después de esperar 4.470 millones de años… ¡¿Qué más te da esperar unos días más?! Venga, anda, porfa.

Te llaman de tu trabajo soñado

LLevas meses mandando tu curriculum aquí y allá. Estás inquieto. Quieres cambiar de vida. Pegar un giro de 180 grados a tu futuro laboral. Sin embargo, por más que aplicas a ofertas de trabajo, no hay respuesta. Te ves a ti mismo como una especie de náufrago lanzando botellas al mar. Ante el vértigo que da mirar al abismo, decides darte un respiro y planeas un viaje al sitio más recóndito que existe para darle una pensada al asunto.

Cuando tienes la maleta preparada, de pronto suena el móvil y es ese trabajo con el que llevas meses soñando. Te han programado una entrevista para mañana con la jefa de producción y el director de recursos humanos. Aceptas. Cuelgas. Deshaces la maleta porque se acaba de abrir una oportunidad que no puedes dejar pasar. Te sientes contento y a la vez un poco enfadado con el maldito azar por haber elegido precisamente ese momento para darte una oportunidad. Pero bueno, ahora lo que tienes que hacer es concentrarte en preparar esa entrevista y conseguir el trabajo. ¡Buena suerte!

Créditos: CC0 License

Esto es sólo un pequeño ejemplo de cómo el destino tiene mucho sentido del humor, pero también un poco de mala leche. No puedes enfrentarte a él con las manos desnudas. Debes tener un as en la manga para cualquier tipo de imprevisto. Consejo de Houdini: prepara bien tu viaje, pide tips a tus amigos, échale un ojo a la guía turística del lugar, busca restaurantes recomendados y zonas de marcha, barrios modernos, etc… pero no te olvides de contratar un buen seguro de cancelación, como el de PayPal, no vaya a ser que encontrar el amor te salga caro ;)