Halloween sin calabazas

Alberto Piernas
La colonización cultural yanki comenzó con Hollywood, después con Papá Noel y Ronald McDonalds y, finalmente, con Halloween. Fue entonces cuando muchos comenzamos a ver calabazas por doquier y nuestras siestas interrumpidas por los vecinos del quinto pidiendo caramelos. Nuevas influencias que requerían del antídoto definitivo: una ruta del terror ‘made in Spain’ donde caben hogueras, castañeras y panceta frita.

Algo se pasa de castaño oscuro

Cuando llega el 1 de noviembre, o Día de Todos los Santos en España, las iglesias comienzan a entonar su orquesta lúgubre. Campanas mecidas por hombres que allá por el siglo XVIII quedaban tan exhaustos que necesitan de un lingotazo y algo caliente para burlar la sordera del día siguiente.

Las castañas y el moscatell, el típico vino dulce con el que acompañarías un cinquillo, fueron los dos componentes favoritos de los campaneros de Cataluña. Y claro, todo el mundo quiso sumarse al atracón calórico. Fue así cómo nació La Castanyada, fiesta que se apodera de toda Cataluña del 31 de octubre al 1 de noviembre.  

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Durante estos días, lugares como el Poble Sec, en Barcelona, y la mayoría de pueblos de la comunidad se llenan de panellets (dulces de frutos secos), parrandas y sí, ellas, ¡las castañeras! Señoras que se acercan a las nuevas generaciones para decirles que se dejen de trucos, tratos y demás pamplinas.

También para quejarse de su dolor de cadera, pero ya sabemos que nadie es perfecto.

Cuando Tim Burton soñó con Soria

Ese monte que hoy llaman de las ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento ves allí, al margen del río.

Alguien recita este texto en un bosque burtoniano. Al mismo tiempo, un búho vuela sobre tu cabeza, algo susurra y tú te contienes para que el moquillo no caiga. Por suerte, nadie te graba como en aquella película.

Si quieres ser testigo de un escenario de terror no es necesario seguir la estela de Jack el Destripador ni alojarse en el castillo del conde Drácula. Mucho más cerca, en Soria, el mundo se confabula para contarte historias únicas entre antorchas y túnicas mientras devoras un torrezno de panceta frita.

Manjares aparte, tras más de veinte años de evolución El Festival de las Ánimas ya es todo un referente en Soria. Una cita que gira en torno a uno de los textos más famosos de Gustavo Adolfo Bécquer, el Monte las Ánimas, para servirlo al público entre rituales épicos y bosques de leyenda que nada tienen que envidiar a los de Dakota del Sur.

Un festival que se nutre de un abanico de eventos que van desde los cánticos del Tajueco hasta certámenes de relatos de terror. A recomendar también la ruta de teatro en la que se representa La Muerte en las Tres Culturas de Ágreda, pura delicia para los amantes de Poe y Warhammer.

Incluso de las conspiraciones Illuminati.