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Guía Terrazas de Barcelona: Se abre la veda a la temporada alta de terraceo

Mireia Broca
Llegó la época del año en la que el diminutivo se apodera de nosotros como la voz de pito posee a los padres que acaban de tener un bebé. Quedamos después del trabajo para hacer una cervecita en alguna terracita y, si acaso, aprovechamos para pedir alguna tapita.

Hace buen tiempo y queremos compartir pedacitos del día con los demás. Porque a las ocho de la tarde aún hay luz natural y a las diez se está muy agustito en la calle. Pero lo decimos en pequeño, para autoengañarnos, y como si no supiéramos que el momentito (“cenaré en casa, que mañana me levanto muy temprano que he empezado la intensiva”) se acaba convirtiendo en horas y vasitos y palillos acumulados en una mesita.

Somos afortunados. Estamos en Barcelona, la ciudad perfecta para que uno se convierta en profesional del que tendría que ser deporte nacional: el terraceo. Aprovechemos el momento a lo grande, sin sufijos que lo hagan pequeño.

Para hablar de todas las terrazas que merecen una visita en Barcelona, necesitaríamos más capítulos que los que le han hecho falta a Arya Stark para darse cuenta de que el rollo de no tener nombre o rostro o lo que sea que no tenía en esta sexta temporada de Juego de Tronos, era un tostón. Vamos, que aquí va una pequeñísima selección que se centra en algunas terrazas que no son exclusivamente de bares.

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Ir de hotel sin tener habitación

Desde hace un tiempo (ahora ya algunos años), los hoteles de Barcelona se han puesto las pilas. Ya no hace falta que tengas reservada una habitación para disfrutar de sus terrazas. La mayoría ofrecen unas vistas de la ciudad espectaculares o, de lo contrario, te sumergen en oasis de paz en medio del bullicio.

Como por fin han descubierto el potencial que tenían en estos espacios, su evento La Setmana de les Terrasses dels Hotels de Barcelona se ha convertido en el pistoletazo de salida de la temporada de terraceo. Durante 10 días (este año del 3 al 12 de junio) organizaron todo tipo de actividades. Y cuando digo todo tipo es todo tipo: en el Ohla Eixample (Còrsega, 289) vi un espectáculo de sincronizada en su piscina, en el Majestic (Pg. de Gràcia, 68) me apunté a un taller de movilgrafía panorámica (mejor no os enseño los resultados) y hasta me dejé tocar la cabeza (lo hice por la causa, que no sirva de precedente) en la sesión de masajes cráneo-faciales en H10 Marina (av. Bogatell, 64 – 68).

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A pesar de la experiencia, no siempre nos apetece hacer yoga-con-vermut-con-aceituna-liofilizada. Sencillamente, queremos quedar para charlar al aire libre y tomar algo. Soy muy partidaria del Vermut & Friends. Terrazas de hoteles con encanto en los que se incluye aperitivo y, la mayoría de ellos, sin arruinarte.

De la terraza de la Casa Fuster (Pg. de Gracia, 132) me encanta la vista aérea que se tiene del barrio de Gràcia. Si lo que nos va es el mar, mejor acercarse a las terrazas del H10 Port Vell (Pas sota de muralla, 9), Hotel Duquesa de Cardona y Hotel The Serras, donde tuvo el primer estudio Pablo Picasso (Pg. Colón, 12 y 9). Claro que no hay nada como desconectar en medio del barrio Gótico. Por 4 euros, en la terraza del Hotel Barcelona Catedral (c/ Capellans, 4), puedes tomar un vermut artesanal y un sándwich de salmón.

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Hacen talleres de macramé, pero también tienen unas terrazas…

Los centros cívicos de Barcelona a menudo esconden terrazas en las que no es necesario hacer un taller de strip-dance (que los hacen) para poder sentarte a tomar algo. Una de ellas es la de Can Déu del barrio de Les Corts. Está situado en una zona peatonal muy cerca de la Illa Diagonal. A la terraza se puede acceder por la puerta principal de la casa señorial que da a la monísima plaça de la Concòrdia o directamente por la calle de atrás. No esperes grandes aperitivos, aquí es más de pedir una cerveza o Coca-cola, aceitunas y patatas chips.

Terrazas con tema

Terrats En Cultura” no es apto para envidiosos. Si lo eres, te pondrás más verde que el wasabi cuando vayas a un concierto, recital de poesía u obra de teatro en la azotea o patio de un particular. Sí, en Barcelona hay personas que tienen terrazas propias que te dejan sin aliento. Solo para ver algunas vistas de, por ejemplo, el barrio del Born (que de ninguna otra forma tendrías), vale la pena apuntarse a alguna de las noches culturales que nos proponen. Si, además, todos los eventos van acompañados de una barra con bebidas y el que toca es The New Raemon, recita Pedrals o se representa una de Marc Rosich, más que envidia, te sentirás un privilegiado, ya que los aforos son bastante limitados.

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Lo que tienen la mayoría de las terrazas es que están al aire libre. Hasta hay algunas, en Barcelona son pocas, desde las que se pueden ver las estrellas, pero solo en una te dirán el nombre de cada una de ellas mientras cenas. Se trata del Observatori Fabra (Vallvidrera). Hace años que con la llegada del buen tiempo organizan “Sopars amb estrelles”. Incluye una cena en su terraza bajo los astros (claro), conferencia y visita guiada. No sería la propuesta más económica, pero siempre se puede encontrar alguna oferta.

Terrazas únicas

La temporada alta de terraceo, además, nos ofrece la oportunidad de catar comida de restaurantes no aptos durante el resto del año para nuestra cuenta bancaria. Un ejemplo es el Restaurante Arola donde se puede disfrutar de un menú de terraza más asequible que el habitual.

Arola

La promoción Terrazas únicas es ideal para descubrir restaurantes con espacios que no sabíamos que existían como la de Chez Cocó (Eixample) o la de B Lounge (Raval) o tener la excusa perfecta para visitar otras de las que sí que habíamos oído hablar como la paz y elegancia de zona alta de El Jardí de l’Abadessa (Sarrià), las vistas al mar y a las letras rojas de la de Martínez (Poble Sec) o la perspectiva hacia Montjuïc de La Botiga de las Arenas (Eixample) que ofrece un menú terraza por menos de 20 euros en el que ha colaborado Nandu Jubany.     

Esperando las recomendaciones

Todos tenemos nuestro blogger de cabecera. En cuestión de salir a comer algo, el mío es Sr. Boca. En su blog y artículos para Houdinis, ha destacado bares y restaurantes con terrazas que valen muchísimo la pena, pero aún estamos esperando su post definitivo sobre cuáles son sus establecimientos con terrazas favoritas. De momento, nos tocará rebuscar entre sus recomendaciones.

Sobretodo, que el diminutivo del buen rollo terracil no te ciegue y te dejes colar mesita en el bordillo de la calle más transitada por coches y autobuses de Barcelona como terraza.   

Como dijo el maestro: “Salid y disfrutad”.