Sal

Deja ya las castañas y cómete un mazapán

Pablo Ángel
Los payasos, las conejitas de Playboy satánicas, las brujas y los monstruos ya se han ido. No sabemos si han vuelto a Hawkins, a otra dimensión o nos tocará esperar 200 años a las hermanas Sanderson, con la próxima luna llena. Es triste, pero es así. A simple vista, noviembre te parece un mes puente en el que apenas pasa nada.

Pero al igual que en mayo ya estamos subiendo las primeras fotos de nuestras piernas al solecito, durante el onceavo mes del año empiezan a sonar las primeras campanillas. Las primeras sonrisas con el vecino de al lado. La abundancia del rojo y el verde por todos lados. Es decir, las primeras ofertas de polvorones y mantecados en la puerta de tu supermercado.

1 de noviembre. Esa mañana no hace falta que te diga nadie que te has levantado con una cara terrorífica. Really? Como no puedes con tu alma, o ya ni la tienes porque la perdiste la noche anterior, te decides de una vez por todas a finiquitar, tristemente, al Demogorgon. Sofá, mantita, y Ferrero Rocher. ¿Bombones? ¿Ya? ¿Y las castañas, los panellets? ¡Unas gachas! Mi abuela decía que si las comes el Día de Todos los Santos estarás guapo todo el año. Bien rellenito, que viene el frío y hay que comenzar a crear capas. Pero pronto tu despensa estará llena de cajas de promoción de bombones, que se unen a los caducados del año anterior, muy tiernitos para tu suegra, que se acaba de poner su primera prótesis dental.

Créditos: CC0 License

Si eres de esas personas a las que le abruman los primeros escaparates de las tiendas, con sus grandes abetos, sabrás que algo está por llegar. Cuando una época festiva se avecina, es de esperar que la madrina haga los honores. Si en verano nos pasa con la Obregón, la N-A-V-I-D-A-D empieza con la primera aparición de [Maraiah] y su eterno All I want for Christmas is You. La diva por excelencia de las Pascuas, además, ha sacado otro single sobre la bondad, el amor y la fraternidad titulado The Star. Ya puedes sacar el primer clínex: Feliz Noviemdad.

…There is just one thing I need

Mientras descubres si la diva navideña conseguirá ayudar a José y María, las luces de la calle de debajo de tu casa también te dejan atónito. Es un hecho inexplicable la premura de su colocación. Dentro de tu casa, tampoco conseguirás escapar del temprano espíritu navideño. Antes de que tu hogar parezca unos de esas casitas norteamericanas neonizadas hasta la antena, la caja tonta ya te empieza a soltar los primeros deseos innecesarios. Atrás quedaron los anuncios de maquetas y colecciones de septiembre para dejar paso a las mágicas sintonías de ‘bibizak’, ‘sisisisimba’ o ‘babybornbababyborn’.

Eres una presa fácil y la intensidad de esta época ya es una extensión más de tu cuerpo. Concretamente, tu tarjeta de crédito que estará temblando cuando llegue a diciembre tras los excesos. El Black Friday y la Shopping Night Barcelona no perdonan. Y tu madre tampoco. Porque claro, ya ha mandado a tu padre a por el abeto más frondoso del estado de Alaska, y ella está empezando a comprar las luces y los adornos. Se tomará unas 72 horas decorando toda la casa. Es más, seguro que tu madre ya tiene pensado el evento inicial para que disfrutéis como una familia en un spot de El Corte Inglés.

Un mar de lágrimas

Ya hemos hablado de los anuncios. Pero no ‘del anuncio’. Aunque haya una cantidad infinita, muchos de ellos comparten un mismo patrón: los abuelos. Estos anuncios harían llorar a la Suma Inquisidora Umbridge y el ranking está muy reñido:

1. RUFINO

2. CARMINA (‘Yo soy mucho más feliz siendo esto para vosotros’) Por favor, ya.

3. Abuelo finge su muerte en Navidad

4. Un abuelo polaco aprende inglés para conocer a su nieto en Navidad

Como podéis apreciar lo de la tierra nos tira más. Mediados de noviembre siempre es la fecha escogida para estrenar el anuncio de la Lotería de Navidad. Llevamos unos añitos muy sentíos, post-villancico de Montserrat &Co. Este año, el cineasta Alejandro Amenábar será el encargado de que nos de la taquicardia emocional en las pausas publicitarias de las películas navideñas. La parrilla televisiva parece que ya está cambiando el enfoque de sus películas, encaminadas en una senda de gratitud y generosidad que se verán en Un padre en apuros, Cuento de Navidad u obras ilustres como El Grinch o Sólo en casa.

O un mar de hielo

Por todo esto, el mes de noviembre ya se ha convertido en una gran antesala de los meses de diciembre y enero. Cuando llegue diciembre, la cosa se pondrá peor con los barrigones de color rojo con una campanita desternillante en las puertas de unos grandes almacenes y el estreno del corto navideño de Frozen, un aventura de Olaf. Esperemos que dentro de unos años Elsa también se haga con el trono de Laponia y sea la nueva emperatriz de la Navidad.

Pero mientras tanto, recuerda que en una pequeña cabaña de madera en un paraje nevado sigue un abuelito entrañable. Reparte regalos a todos los niños del mundo en su trineo en una sola noche. Congela eso, guapa.