¡Danay ha regresado de Japón!
¿Te acuerdas de la chica del 73%?
El año pasado Atrápalo lanzó la campaña El Trato, los meses de julio (más de 400 ofertas de ocio vacacional) y noviembre (más de 1.600 ofertas de ocio urbano). Consistía en irse de viaje o disfrutar del ocio en la ciudad, y a la vuelta pagar lo que se considerase justo por el producto. ¡Una gran propuesta para nuestros usuarios! :)
Danay es la chica del 73%: en El Trato ocio vacacional fue la chica que más aportó en el momento de realizar el pago. Como agradecimiento, le ofrecimos un viaje a Japón por 2€. Bueno, no nos enrollamos más, que Danay tiene mucho que contarnos de su diario de viaje. ;)
Día 1.
“Salida de Barajas. Primer inconveniente, la maleta la facturan bien, pero no nos consiguen sacar todos los billetes de avión, por lo que en Frankfurt tenemos que sacar los billetes hasta Osaka.
Al llegar a Frankfurt tarde tuvimos suerte, había overbooking y nos tuvieron que subir de categoría en el avión. Por lo que fuimos en Economy Premium, asientos más anchos, podías estirar las piernas sin problemas…”
Día 2.
“A pesar de la duración del vuelo (12 horas), se me hizo corto, aunque a Ezequiel no le pareció lo mismo.
Llegamos a Tokio tarde y nos esperaba una señorita muy amable que como si fuéramos niños pequeños nos puso una pegatina y nos acompaño hasta el siguiente vuelo. A eso de las 19:30 por fin llegamos a Osaka. De ahí un mini-bus acompañados por una guía hasta el hotel de Kyoto, 1:40 de trayecto (2 días después volvimos y solo se tardaban 30 minutos en tren… ¬¬), llegamos al hotel y directamente a la cama.
Día 3.
“Nos despertamos temprano, muy temprano, debido al cambio horario. Bajamos a desayunar al Starbucks (bendito sea!) que estaba justo debajo del hotel, que tiene dos entradas, una desde el hotel y otra desde la calle. Nos encontramos con el resto del grupo (16 en total –la gran mayoría parejas en luna de miel-). Ya todos juntos y con la guía Yuriko (que la verdad es que nos ha explicado todo muy bien en muy buen español), nos fuimos a hacer una ruta andando por la ciudad de Kyoto donde pudimos ver, el castillo de Nijo, el templo Kinkakuji (Pabellón dorado, primera foto de este post) y el santuario Sintoísta de Heian. Posteriormente, comimos todo el grupo juntos.
Después de comer hicimos una ruta opcional organizada por la agencia de Japón, donde pudimos ver el templo Kodaiji, el parque de Maruyama, el santuario Sintoísta de Yasaka y el barrio de Gion, famosos por las chicas “Maikos”. De ahí vuelta al hotel ya cansaditos.”
Día 4.
“Por la mañana viaje de todo el grupo a la ciudad de Nara, donde visitaríamos el Templo Todaiji (Gran Buda). Sorprende mucho la magnitud de la estatua. Como algo típico de los templos budistas, por 500 yenes (creo recordar), elegías de una caja un palo con un número, y con ése número de te daban un papel (en inglés y en japonés) con frases de mala o buena suerte. En el caso de ser de mala suerte, se cuelga en los árboles o tabloides que están alrededor, en mi caso, era de buena suerte, y lo llevo conmigo en el bolso. Antes, pasamos por el Parque de los Ciervos Sagrados. La verdad, por muy domesticados que fueran los ciervos, sigo prefiriendo mis perros, porque los ciervos, como listos que son, se quedan siempre en la entrada, al lado de los puestos dónde venden galletas para luego lanzarse contra las personas que acaban de comprarlas.
Después visitamos el Santuario Sintoísta de Kasuga, que a lo largo del camino hay muchas farolas, y según nos comentaron, al día siguiente iba a haber un evento especial y estaban haciendo los preparativos.
Por la tarde fuimos en otra excursión opcional a la ciudad de Osaka. Osaka ya parecía más cosmopolita, en comparación con Kyoto. Visitamos el castillo de Osaka, el barrio comercial de Dotombori, muy famoso, con su pequeño puente “de ligue”. Ya por la noche, nos acercamos al mirador de uno de los edificios más altos de Osaka (Mirador “Jardín Flotante” en el edificio Umeda Sky) para ver la panorámica. Hacía mucho viento y bastante frío ahí arriba, pero mereció la pena ver las vistas.”
Día 5.
“Día libre, por la mañana después de descansar del cansancio acumulado nos fuimos a dar una vuelta por el mercado de Kyoto. Por la tarde después de comer, nos acercamos al templo Kiyomizu, un poco abarrotado de gente ya que ese día empezaba una iluminación del barrio antiguo de Kyoto durante 10 días que solo es 2 veces al año, por lo que gente de todo el Japón se acerca a verlo. La verdad es que no bebimos por la cola que había para beber de los famosos chorros de agua del templo (son 3 chorros que cada uno te da una cosa, riqueza, amor, y salud).
De camino de vuelta, pasamos por el Parque Maruyama, donde estuvimos unos días antes, y tuvimos la oportunidad de ver a dos maikos bailar.”
Día 6.
“Madrugamos para ir a la estación a coger un tren bala dirección Nagoya. El tren bala no tiene nada que ver con el AVE, porque el tren bala, si no pasa por la estación, sigue a la misma velocidad, nada que ver con los trenes españoles donde una misma línea de ferrocarril se comparte en ambas direcciones. Allí nos esperaba un autobús para ir a Shirakawago, pueblo patrimonio de la UNESCO, típico por sus casas de tejados de paja. Una pasada de pueblo perdido entre montañas llenas de nieve.
De ahí fuimos a Takayama, pasamos por su museo de carrozas de fiestas que sacan 2 veces al año. Ya en el hotel pudimos disfrutar de un baño termal estilo japonés que la verdad es que nos vino muy bien para relajarnos (los que tengan tatuajes que bajen tarde que no son bien vistos :P). Después del baño disfrutamos en el hotel de una comida festiva japonesa, típica en bodas, compuesta por multitud de platos.”
Día 7.
“Nos levantamos y fuimos al mercado al aire libre de Takayama donde la gente del pueblo vende lo que cultiva.
Cogimos después un autobús para ir a los antiguos pueblos Hospedería de Tsumago y Magome donde visitamos antiguas Hospederías Samuráis. Aquí ya comprendí porque todas las casas japonesas son tan negras por dentro, y es que en su día fueron de color marron, pero con el hollín del fuego, se queda así, y según nos comentaron, una casa no es acogedora hasta que que no haya cogido ese color completamente. Cogimos posteriormente tren hacia Nagoya y de ahí trasbordamos a un tren bala destino Odawara donde nos esperaba un autobús para llevarnos al Hotel de Hakone. Después de disfrutar de una agradable cena en el Hotel, pudimos como en el hotel anterior darnos un baño en sus piscinas de aguas termales. Las de este Hotel, no me parecieron tan buenos como el anterior. Las del anterior eran más grandes, y estaba casi vacío y era todo de madera, mientras que en las de este hotel, eran más modernas y en los baños de las chicas, parece ser que había un grupo de jovencitas y estaba abarrotado, incluso había una que le había dado un soponcio y había cola esperando a que la gente saliera para poder utilizar las casillas.”
Día 8.
“Fuimos al Parque nacional de Hakone donde íbamos a visitar el Valle Infierno de Owakudani y subiríamos en teleférico al Monte Komagatake, pero debido al mal tiempo (único día que nos hico malo) de niebla y viento no pudimos hacerlo, por lo que fuimos a visitar el templo de Hakone al que se puede llegar también desde el lago (hay un tori para entrar desde el lago). Me gustó mucho este templo porque estaba completamente metido dentro del bosque de secuoyas. Desde otras vistas no se ve el templo, pero sí el gran Tori que está en el lago. Para hacer tiempo para ver si podíamos montarnos en un barco por el lago, y visitamos un museo de arte contemporaneo que tenía buenas vistas.
Comimos en un Hotel con vistas al lago y teóricamente al monte Fuji (aunque por las nubes que había solo se conseguía vislumbrar en algunos momentos su silueta), y finalmente, pudimos coger el barco. Después de comer cogimos autobús hacia Tokio. Al llegar dejamos las maletas en el Hotel (estábamos en la planta 33 con unas vistas preciosas) cogimos el JR (linea circular de cercanías que recorre todo Tokio) para ir a Akihabara (la ciudad eléctrica), el barrio tecnológico lleno de luces de Neón, de gente y de grandes centros comerciales llenos productos electrónicos.”
Día 9.
“Por la mañana fuimos a visitar la torre de Tokio desde donde habia unas maravillosas vistas de toda la ciudad de Tokio. La verdad es que es igual que la torre Eiffel, unos metros más alto, pero es más pequeño. Después de esto hicimos un minicrucero por el Río Sumida donde pudimos contemplar la multitud de puentes que cruzan este río. Visitamos el templo Asakusa, precedido de una calle comercial atestada de gente donde se pueden hacer las compras de souvenirs de última hora.
Después de ver el templo nos trasladaron al barrio de Ginza, similar a la 5ª avenida o a la milla de oro de Madrid, pero todo a lo grande. Por la tarde nos acercamos hasta Shibuya, para ver el Shibuya crossing y la estatua de Achiko.
Fuimos caminando hasta el barrio de Harajuku donde se pueden ver multitud de tribus urbanas y cosplay (pero no llegamos a ver ninguno). De ahí nos fuimos a Omotesando donde se podía pasear muy bien., me gustó mucho esa zona. Cogimos de nuevo el JR para ir hasta la otra punta de Tokio (esta vez ya se notaba que era hora punta porque iba a tope) para coger posteriormente un tren Yurikamome, que es sin conductor que nos llevo hasta una de las islas artificiales frente a la costa de Tokio desde pudimos ver unas maravillosas vistas de la bahía de Tokio iluminada por la noche, así como la copia de la estatua de la libertad de Paris.”
Día 10.
“Desayunamos y nos fuimos para el aeropuerto. Nos despedimos de Tokyo desde la habitación del hotel, con las magnificas vistas.
Esta vez no tuvimos problemas de overbooking por lo que fuimos en clase economy, por suerte en primera fila que teníamos bastante espacio para estirar las piernas (aunque tuvimos la mala suerte de que no nos tocó juntos). El vuelo no se hizo tan pesado al ser de día todo el viaje. Llegamos a Frankfurt y al entrar al baño nos dimos cuento de que ya no estábamos en Japón… Hay que ver que limpio los tienen siempre… De Frankfurt a Madrid durmiendo.”
:D
Increíble, ¿verdad? :) Agradecemos la colaboración de Danay y de su compañero Ezequiel, que nos han transmitido sus impresiones y los detalles de su viaje.
