Cómo vivir un verano en la Comunitat Valenciana a base de festivales

José Confuso
Sol. Playas interminables. Aguas cristalinas. Hoteles con encanto. Gastronomía de ensueño. No, no hablamos de esos resorts del Caribe que tanto interés despiertan entre los turistas -sí, los de la pulserita y tomarse un mojito a remojo en la piscina-. ¡Qué va! Este paraíso está muchísimo más cerca. Vamos, a un tiro de piedra de casa. ¿Que no sabéis de qué estamos hablando? Pues, evidentemente, de la Comunitat Valenciana.

No hay nada como disfrutar del verano en la costa levantina. Si lo que buscáis para invertir vuestras vacaciones es un destino asequible, con clima inmejorable y profesionales como la copa de un pino dispuestos a hacer de vuestra experiencia un auténtico placer, ya tenéis la respuesta adecuada. ¡Todos corriendo a la Comunitat Valenciana!

¿Cuál es la mejor playa? ¿Dónde puedo alojarme? ¿Qué voy a hacer en estos días de relax y felicidad que me esperan por delante? ¡Alto, alto! Nada de aturrullarse a la primera de cambio. Es verdad que la Comunitat Valenciana oferta múltiples posibilidades para pasar el verano -turismo de interior, playa a tope, escapadas culturales, hasta parques temáticos-, pero aquí estamos nosotros para aportar un poquito de luz al asunto. Hoy venimos a hablarte a ti, joven aficionado a la música con muchas ganas de pasarlo bien, conocer gente, disfrutar de la noche y rodearte de un paraje de ensueño. ‘¿A mí?’. Sí, hijo, a ti. ¿Y si, en lugar de hacer lo de siempre, nos dedicamos a recorrer Castellón, Valencia y Alicante saltando de festival en festival? Madre mía, el planazo definitivo. ¿Preparados?

‘Cuando llega el calor, los chicos se enamoran…’

El Mediterráneo, sobre todo en verano, se ha convertido, poco a poco, en la meca de los festivales de música. Claro, ¿quién va a renunciar a más de trescientos días de sol y buenas temperaturas? Si organizar un evento de estas características, con público nacional e internacional, es casi una locura -la de papeleo que tendrán que hacer, los pobres-, al menos, asegurarnos de que el entorno será el mejor posible. Y eso solo ocurre en la Comunitat Valenciana, con su brisa marina, su calor templado y sus costas repletas de banderas azules -¡y paella! ¡y horchata! ¡y naranjas!-. Lógico que los empresarios ‘festivaleros’ hayan puesto el ojo en este destino y no quieran dejarlo escapar. Más de veinte años lleva, por ejemplo, el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) celebrándose en Benicàssim. ¡Veinte años!

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Foto: Batiste Safont

El FIB es, sin duda, una de las citas obligatorias del verano -esta edición tendrá lugar los días 14, 15, 16 y 17 de julio-. Dos décadas ofreciendo una oferta musical que ha conseguido posicionar a esta localidad castellonense entre los destinos favoritos de los jóvenes de media Europa -y bueno, los no tan jóvenes, que aquí no estamos para pedirle el carnet a nadie-. Miles de “fibbers” acampan cada año en sus instalaciones, dispuestos a disfrutar de cuatro días de conciertos, sol, playa y noches de esas que ya nunca se olvidan -¡quién las pillara ahora mismo!-. ¿No es un plan perfecto? Pues, encima, puedes ir en chanclas y bañador todo el santo día. ¡Lo más!

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Foto: Luis Crown

Pero si la música indie tampoco es vuestra favorita, no os preocupéis. Las ofertas son casi interminables, ¡y sin salir de Castellón! En el mismo recinto del FIB se celebra el Rototom Sunsplash, el mayor festival de reggae de Europa -del 13 al 20 de agosto-. Conciertos, charlas, documentales y todo entre mucha ‘paz y amor’. Y en la playa de Burriana ha cogido impulso el Arenal Sound, uno de los festivales más multitudinarios del momento. Si lo que queréis es escuchar a todos esos grupos de los que todo el mundo habla, no podéis perderos esta cita -del 4 al 7 de agosto-. ‘¿Os he contado que estuve en el Arenal de 2016?’. ‘Venga, abuelo, que esa historia ya nos la sabemos. ¿Nos llevas al parque?’. Un clásico.

¿Las Vegas? Qué va, lo que mola de verdad es Benidorm

Rascacielos, kilómetros de playa, hoteles de lujo, restaurantes, tiendas y hasta un paseo de la fama. ¿Hay algo que no tenga Benidorm? Seguramente, no. Ojalá disfrutar de tres meses de vacaciones al año para pasarlos en el destino turístico mediterráneo por excelencia. Todo el día tomando el sol en el paseo, comiendo helado y mandando selfies a los amigos para que se mueran de envidia -¡un beso!-. Pero si lo nuestro es la música, si tenemos el corazón que nos late a ritmo de tecnopop, también encontraremos en Benidorm la opción perfecta. Hay festivales para todos los gustos. Desde el Iberia Festival, pensado para esos fans del pop español de siempre -20 de agosto- al Fuzzville!!! -9 y 10 de septiembre-, mucho más punk-rock, con su mercadillo de vinilos y sus fiestas playeras.

Ahora, imposible hablar de festivales y Benidorm sin acabar en el Low Festival. Si sois de los que no van a poder asistir a la edición de este año -del 29 al 31 de julio-, más vale que bloqueéis todas vuestras redes sociales y desconectéis el 3G. Entrar en instagram durante los días del festival es una auténtica tortura. ¿Pero qué hace toda esta gente pasándoselo tan bien? Dientes largos, envidia máxima. Todavía estáis a tiempo de comprar entradas, por cierto. ¿Queréis ser la envidia de la oficina? Pues nada más fácil. Volveréis bronceados, relajados, felices y puede que incluso enamorados. ¿Hay algo más bonito que el amor en Benidorm? Sí, un romance en el Low a la luz de las estrellas.

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Foto: Rafale Tovar

Traca, megatrón y ¡viva el festival!

No podemos terminar, claro, sin dejarnos caer por Valencia. La ciudad de la luz, de las flores, de las Fallas y sí, también de los festivales. Madre mía, tanto por hacer y tan poco tiempo para hacerlo. Esto sí es un drama de los de llorar y gritar ‘por qué, señor, por qué’. El pistoletazo de salida a la temporada festivalera en levante lo ofrece el Festival de Les Arts, una cita que comenzó el año pasado con gran éxito y que repite los días 10 y 11 de junio. Conciertos, food trucks, exposiciones, charlas y encuentros con artistas. Todo en el recinto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias -y también en algunos de los barrios de la ciudad-. Ideal para ir cogiendo ritmo, ejercitando las piernas y entrenándonos para todos los festivales que nos esperan durante el verano. Es agotador, sí, pero sarna con gusto…

Tampoco podéis perderos el Festival Orgull València -17 de junio-, una noche de conciertos y DJs con motivo de la celebración del Día del Orgullo LGTB en la capital de la Comunitat Valenciana. Y para rematar el mes, la primera edición del Valencia Beach Festival -del 24 al 26 de junio-, una nueva cita que nace ya con vocación de convertirse en un clásico. Ofrecen conciertos al aire libre y un ambiente inmejorable. A mí, con eso, ya me tienen conquistado -bueno, y alguna que otra cerveza, no nos engañemos-. Pero, es que, claro, ¿quién puede resistirse a un festival? Yo, desde luego, no. Y menos si es en Valencia. El destino perfecto para escaparse como un Houdini.