Caminar por Tatooine y La Tierra Media es posible

Yvonne Rodríguez 4 minutos
Imagínate cómo sería tener casi todo lo que necesitas de unas vacaciones en 2000 kilómetros cuadrados. ¿Quieres playa? La tienes. ¿Quieres cultura? La tienes. ¿Quieres naturaleza? La tienes. Tenerife es, como diría Mary Poppins, “prácticamente perfecta en todo”.

Si hay algo que destaca en Tenerife es el envidiable clima del que goza casi todo el año. No te mienten cuando dicen que es probable que tomes las uvas en pantalón corto en diciembre y celebres la entrada del año con un baño en la playa.

Toda la magia de la isla no puede resumirse en unas cuantas palabras. Pero si miras Wikipedia verás que además del sol y el mar, más de la mitad del territorio son parques naturales. Lo mismo acabas en una playa que en un bosque de El Señor de los Anillos que a las faldas del Teide de un planeta alienígena. Por no hablar de la agenda cultural, igual hasta acabas viendo una obra en el Teatro Guimerá.

Haz bien la maleta

Este es el primer consejo y también el más importante. En Tenerife hay unas cosas muy curiosas llamadas microclimas. Los que somos de allí sabemos que depende de a donde vayas, tendrás que ponerte un abrigo o un bikini. Entre los autóctonos solemos llevar rebequita con cholas, que son las chanclas de toda la vida, así no fallas nunca.

 

Si cuando llegues te das cuenta de que te has olvidado de algo no pasa nada. Podrás comprar lo que quieras en cualquiera de los centros comerciales de la isla, por ejemplo en Santa Cruz, La Laguna, La Orotava y Adeje.

En tu maleta tienes que llevar un par de bañadores. También ropa de deporte cómoda, por supuesto un calzado adecuado, para la ciudad y para el campo. Muchas rutas de senderismo de las que puedes disfrutar acaban en calas de arena negra. De hecho, casi cualquier paseo que hagas puede acabar en una playa.

¿Tatooine o El Bosque de Fangorn? 

Tenerife tiene paisajes tan dispares, que no sabrás en qué planeta estás. Entre las decenas de rutas de senderismo que puedes elegir, el Parque Natural del Pirajal te hará preguntarte dónde queda la Comarca y si Bárbol estará vigilando tus pasos. El bosque de laurisilva recuerda a Fangorn, y tú decides si eres un hobbit o un elfo. Yo ahí no me voy a meter.

Cualquier ruta de Anaga que pase por Afur, Robermejo o Taganana es como un mundo a parte. Los pueblos pequeños de esta zona están colgando de las laderas de los barrancos. Te preguntarás si las leyes de la física no sirven aquí y si es posible que la gente de la zona haga vida normal. Y te aseguro que sí lo es.  

Si, por el contrario, eres más de Star Wars, date un paseo, por ejemplo, por Montaña Blanca y querrás una nave de carreras. Tatooine no tiene nada que envidiarle al paisaje desde el que verás el imponente Padre Teide y las laderas de Tigaiga.

En cualquier caso, estos son solo dos de los senderos más importantes. Si has abierto boca, te recomiendo echarle un vistazo a las rutas que proponen desde el Tenerife Walking Festival. Rutas volcánicas con las que viajar a otro planeta, rutas verdes para  adentrarte en La Tierra Media o rutas costeras para respirar el mar a cada paso.

Si aún te quedan ganas de ver naturaleza, también puedes disfrutar de un día diferente subiéndote a un barco y buscando a Willy en las aguas del Atlántico. El avistamiento de cetáceos es divertido y las fotos quedan increíbles.

Hay más planes aparte de andar

Tenerife no tiene grandes ciudades como Madrid o Barcelona, pero sí tiene una agenda bastante completa para darte un poco de cultura, historia y ocio. Desde el folclore, con sus magos y magas (no de los que hacen magia, sino de los de traje típico, los de las romerías, el timple y el gofio), hasta el Auditorio. Lo mismo te tomas un gin-tonic en la calle de la Noria que vas al Museo de la Ciencia y el Cosmos. Sheldon Cooper sería muy fan de la parabólica gigante que tienen para recibir comunicaciones del espacio. Lo mismo hasta haces ‘crush’ con algún extraterrestre.

Si eres más de historia, no te preocupes, Tenerife tiene algo para ti. Como ya dije, la isla es “prácticamente perfecta en todo”. En las calles de La Laguna (rebequita mediante) podrás descubrir las historias más pintorescas de la ciudad. Además, la Unesco comenta que es Patrimonio de la Humanidad por ser un ejemplo de ciudad colonial no amurallada.

Y si quieres saber un poco más sobre la historia de los antiguos pobladores de Tenerife, los guanches, acércate al Museo de la Naturaleza y el Hombre, en Santa Cruz. Solo te voy a decir tres palabras para convencerte: hay muchísimas momias.

Lleva una tarjeta de memoria adicional

Si todo esto no te ha parecido suficiente, no sé qué tienes en la cabeza. De verdad. Las cosas que puedes hacer son tan diferentes, con lugares y climas tan distintos, y todo en el mismo espacio geográfico, que no pararás de subir stories a tu Instagram.

 

Todo esto sin hablar de que tus fotos y vídeos serán tan diferentes que tus followers se preguntarán si has estado de vacaciones en Hawaii, Nueva Zelanda, Marruecos y Bali. Todo al mismo tiempo. Pero no, porque estás a apenas unas horas de avión del que se va a convertir en tu nuevo destino favorito. Llévate una memoria adicional, porque la de tu móvil seguramente reviente.

© Turismo de Tenerife

Ahora bien, ¿te resistes a creértelo? Te invito a comprobar por ti mismo cuánto puedes descubrir de esta isla. Desde Taganana hasta Montaña Amarilla, pasando por el Valle de Ucanca y El Teide, te esperan los paisajes más dispares, las aventuras más enriquecedoras y la gente más bella y amable que conocerás nunca (como yo, que para eso soy tinerfeña)