Bendita China y sus segundas oportunidades

Santiago D. Torrado
Sé que a más de uno le tocó pringar el pasado 31 de diciembre. Hay dos cosas seguras en esta vida: que el personaje que mejor te cae de GOT va a morir y que unos tienen que pasarlo mal para que otros lo puedan pasar bien. Si este año te tocó poner copas en una barra, estar de guardia en un hospital atendiendo casos de comas etílicos, o simplemente sufriste una indigestión aguda de última hora, todavía estás a tiempo. La vida pocas veces da segundas oportunidades. En este caso solo una al año. Pero ¿y si te dijera que esto no es verdad?

Si lo más cerca que has estado del lejano oriente es el barrio chino de tu ciudad y lo más exótico que has visto allí fue a un hombre con una camiseta de “Welcome to Tenerife” pidiéndote un euro, quizá va siendo hora de que amplíes las miras. Y no hay mejor manera de hacerlo que pasando el Año Nuevo Lunar en China.

La próxima semana, el 16 de febrero, China te da una oportunidad exquisita para redimirte. No hay nada más chino que ver una crisis como una oportunidad. Si te perdiste la Nochevieja, igual es hora de que cojas las maletas y te prepares para celebrar el Año del Perro.

Además, dice el horóscopo chino, que este año es idóneo para afrontar cambios o iniciar nuevos proyectos. Al contrario que aquí, sus celebraciones duran quince días, cada uno de ellos cargado de sus propias tradiciones y rituales.

Pocos maltragos hay que no se puedan superar con una danza del león a 9.000 kilómetros de casa. O con ferias gastronómicas, o con exposiciones de flores, o con festivales de invierno, o simplemente paseando por las decoradas calles de Pekín. Es usual que el color predominante sea el rojo. Dice la leyenda que es el color que ahuyentó al monstruo Nian, y que por eso da buena suerte y te protege de los malos espíritus.

El Gran Día

Las fiestas comienzan con un gran espectáculo pirotécnico. Días antes, los chinos limpian y ordenan sus casas para eliminar toda la mala suerte del año anterior. Como no nos gusta limpiar  —y menos estando de vacaciones— esta tradición mejor nos la saltamos.

Lo que sería un sacrilegio imperdonable es no probar los platos típicos para estas fechas. Aunque en España haya opciones maravillosas para probar comida asiática, la espiritualidad que allí se respira es diferente: servir fideos sin cortarlos como una muestra de prosperidad y longevidad; un pescado con cabeza y cola como representación de un buen comienzo y final; bolas de masa hervidas con forma de lingote y que atraerán el dinero, o comer langostinos por su color rojizo, que recordemos, da buena suerte. Eso sí, las uvas te las tendrás que traer de casa.

Si esto de las tradiciones no es lo tuyo siempre puedes ir a Hong Kong, donde lo celebran con un desfile muy carnavalesco, carreras de caballos y multitud de conciertos por toda la ciudad.

De fiesta en los Templos Sagrados

Después del año nuevo, todavía te quedarán catorce días más de fiesta, sobre todo en las Ferias de los Templos. Es donde se reúne más gente. Y esto, siendo el país más poblado del mundo, quiere decir que allí se reúne MUCHA MUCHA gente. Cada mínimo detalle está cargado de un gran simbolismo. Los templos se decoran con cientos de farolillos rojos, tradicionalmente usados para mostrar respeto a Buda, cuyo poder dicen que puede disipar la oscuridad. También hay arreglos florales y diversas actividades dependiendo del día. El undécimo, por ejemplo, se celebra el aclamado Día del Dragón, donde puedes ver numerosas danzas de este animal envueltas en todo tipo de espectáculos pirotécnicos.

Si quieres una recomendación, Shanghái es una ciudad perfecta para combinar la cultura más tradicional en los templos con un poco de ocio nocturno. Que está muy bien eso de reverenciar a los dioses, pero al menos yo siempre necesito algún vicio terrenal. Ya me entiendes, je, je.

Otras oportunidades

Si no eres muy amigo de las multitudes tienes otras opciones. Entiendo que ir a China en estas fechas tan señaladas para ellos puede llegar a ser agobiante.

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En este caso puedes ir al Chaitra Sukhladi, el año nuevo que se celebra en marzo en la Indi… Bueno, mejor buscamos otro. ¿Qué te parece Irán?  ¡Tan solo tiene 82 millones de habitantes! Se rige por el calendario persa y se celebra el 21 de marzo. Los iraníes son conocidos por su hospitalidad y su Año Nuevo es muy folklórico y colorido.

Así que ¡ale! Ya no tienes ninguna excusa. Aún estás a tiempo de dejar de ser el pringado de tu grupo de amigos que no salió en Año Nuevo. ¡Bendita seas China, y tus segundas oportunidades!

¡Feliz año!