Alohomora: te abro la puerta a los rincones mágicos de Londres

Marta Lizcano
Ponte en situación. Tú no eres un muggle, te flipa la magia y los escenarios del Londres no-mágico se te quedan pequeños. Quieres más. Aunque has pasado los 20 hace tiempo sigues esperando verano tras verano que una lechuza se estampe contra tu ventana y te entregue tu carta para Hogwarts. Que no sea por ganas. Y no serías capaz de hacer un truco ni con el kit de Magia Borrás, pero defiendes firmemente que la magia es un estado mental, no una capacidad innata. Pues toma nota de estos planes londinenses: querrás hacerte con el giratiempo de Hermione para revivirlos una y otra vez.

Este año se cumplen 20 desde que el primer libro de la saga, Harry Potter y la piedra filosofal, fue publicado. Una auténtica revolución, no sólo porque ha hecho que muchísimos niños se introduzcan en la lectura, que ya es bastante, sino por todo el fenómeno fan que ha desatado a su alrededor y que tantos años después sigue vivo.

Quiero que vaya por delante que soy fan de Harry Potter hasta la punta del sombrero (más de los libros que de las pelis), Hufflepuff orgullosa y que mi libro favorito es el quinto, así que odio la película porque se saltaron la mejor parte de toda la saga, la del departamento de misterios —esto no es discutible—. Así que vale, igual no soy la persona más objetiva del mundo, pero ¿acaso alguien lo es? Te invito a conocer los rincones más mágicos de Londres… y alguna sorpresa más.

Arriba el telón

Después de casi un año con las entradas compradas y el guion de la obra leído, el pasado julio fui a ver Harry Potter and the Cursed Child y os puedo asegurar que la espera mereció la pena. La obra es una pasada, con unos efectos especiales que te harán sentir como si estuvieras en el cine y con muy buenos actores: mi favorito es, sin duda, Scorpius. Si tuviera que señalar algo malo diría que si no dominas el inglés se te puede escapar alguna frase, pero nada que te haga perder el hilo. Ten en cuenta que este plan te va a ocupar un delicioso día entero, porque la obra está dividida en dos mañana y tarde.

El tema de la compra de entradas es un poco rollo, así que te cuento. Puedes conseguir entradas de tres formas: en preventa (la próxima será en diciembre), revisando la web en busca de entradas devueltas o los viernes a la una de la tarde (hora inglesa) cuando ponen a la venta 40 entradas para la semana siguiente. En cualquier caso tendrás que correr como si te persiguiera una banda de mortífagos, porque las entradas vuelan. Lo bueno de la preventa es que puedes pillar los vuelos y el hotel con mucha antelación y así el viaje no te sale por un riñón. Por cierto, reserva unos cuantos knuts y sickles porque en la tienda de regalos se te van a ir los ojos…

Las bibliotecas también son divertidas

No hemos venido hasta aquí solo para eso… ¿o sí? En mi caso sí, pero vamos, que te voy a contar alguna cosilla más que ver porque entiendo que no todo el mundo coge un avión y cruza el mar para ver una obra de teatro. Entre octubre y febrero la British Library exhibirá una exposición llamada “Harry Potter: A history of magic” que no os puedo contar cómo está porque suspendí adivinación pero que tiene una pinta buenísima. Se van a exponer bocetos de J.K. Rowling y el ilustrador Jim Kay (haceos un favor y mirad su galería, porque la acabo de descubrir y estoy flipando), habrá muchas actividades, como una noche de Trivial, y podrás explorar a través de los libros de la biblioteca los años de magia que precedieron a Harry Potter. Me estoy pensando muy seriamente volver a Londres

Mago por un día

Entre los clásicos está el tour de los estudios Warner Bros. Un paseo por los decorados de las películas que te hará sentir como si estuvieras de verdad en Hogwarts. O el Callejón Diagón. O incluso el despacho de Umbridge, donde entrarás por tu cuenta y riesgo… Podrás, por supuesto, hacerte todas las fotos que quieras, y además probar la cerveza de mantequilla (sin alcohol, ejem, ejem) y… bueno… ya me contarás qué opinas. Si se te escapa del presupuesto, la versión low cost consiste en ir a la representación del andén 9 y ¾ que hay en la estación de King’s Cross, donde tras hacer una cola con toda probabilidad larguísima te dejarán la bufanda de tu casa y podrás hacerte unas cuantas fotos. En Londres puedes encontrar, además, muchas ubicaciones de la película, como la entrada del Caldero Chorreante, que está en el número 42 del Leadenhall Market.

Aunque en los estudios no podrás dejar de saltar y brincar, si te apetece algo más interactivo puedes ir a la escape room School of Witchcraft and Wizardry, donde no te quedará otra que meterte en el papel porque vas a tener que llevar la túnica de tu casa y defenderla a muerte. Espero que no sea en sentido literal, ejem. No me hago responsable.

Si tu escoba está rota…

La versión nacional, El aula de pociones, la puedes encontrar en Madrid y la verdad es que tampoco tiene nada que envidiarle. Fue mi primera escape y le tengo cariño, y los colegas con los que fui, que tenían mucha más experiencia en este tipo de movidas, dijeron que era la sala con mejor ambientación en la que habían estado.

Fotos: Marta Lizcano

Por otra parte, tanto en Madrid como en Barcelona podrás disfrutar en octubre de los conciertos en los que se interpretará la banda sonora de Harry Potter y la Cámara Secreta del maravilloso John Williams. Además estamos de enhorabuena, porque en noviembre aterriza en Madrid Harry Potter: The Exhibition, que podremos disfrutar por primera vez en España. Decorados, vestuario, atrezzo original de las películas… hasta podrás sentarte en el sillón de Hagrid, ¡estoy emocionadísima!

Viajar es sin duda LA forma de salpicar con magia nuestra rutina muggle, pero si la espera entre escapada y escapada se te hace larga puedes dedicarte a recrear los duelos de magos y brujas con este juego que está en plena campaña de financiación. Además del lado friki, que es indiscutible, tiene pinta de que viene bien para descargar energía cuando te cabreas con tu jefe.

Aunque aprobé mis E.X.T.A.S.I.S. sobre Londres con nota puedo haberme dejado algún plan mágico en el bolsillo de la capa. No dudes en contármelo: mis seguidores de Instagram te lo agradecerán.